Supervivencia: la vitalidad de los acuerdos

La convulsionada realidad mundial es testigo de crisis y planteos de la tercera edad europea, de las idas y venidas de la adolescencia mercosuriana, y del ímpetu escolar de la Alianza del Pacífico. Si se analizaran los procesos de integración según su etapa evolutiva, la Unión Europea, con sus 62 años a cuestas, podría figurar en el "estadío madurez" (de los 30 a 60 años)... ¿o debería ubicarse en la "senectud" (última parte en la vida de las personas, que va desde los 60 hasta la muerte)...; el Mercosur (22 años) podría ser un adolescente tardío y la flamante Alianza del Pacífico que Chile, Colombia, Perú y México dieron vida en junio del año pasado, un niño inquieto."Como en la vida humana, en la tercera edad (caso UE) se puede demostrar también espíritu joven, esto es, capacidad continua de adaptación a nuevas realidades, algo que los europeos han demostrado varias veces en las últimas décadas, especialmente cuando cayó el Muro de Berlín. Y es su desafío actual. Adaptación puede implicar incluso cambios metodológicos profundos. Pero ellos no tendrían por qué afectar, al contrario, reforzarían, la voluntad política de trabajar juntos, que es lo que importa. Aunque eventualmente algún o algunos países queden en el camino. Lo bueno de la edad es que en general -¡no siempre!- va acompañada con mayor sabiduría", reflexiona Félix Peña, director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación Standard Bank.Cada etapa plantea una serie de retos y crisis que deben superarse para avanzar con solidez al próximo casillero. Si la teoría evolutiva fuera válida, ¿es sólo cuestión de tiempo para que el Mercosur supere la actual situación, en la que, como en la adolescencia, sus miembros parecen enfrentar una crisis de identidad que no deja en claro hacia dónde, hasta dónde y con quiénes quieren marchar?"El problema de los adolescentes (caso del Mercosur) a veces es más complejo. Pueden superar con esfuerzos propios sus crisis. Pero les resulta más difícil si no perciben factores externos que los impulsen a fortalecer la idea de trabajar juntos y a adaptar también sus métodos de trabajo. A veces se dejan arrastrar por romanticismos y sueños que incluso pueden ser fascinantes, pero los alejan de las realidades. El desafío del Mercosur es precisamente demostrar que puede superar las crisis de identidad propias de la adolescencia. La buena noticia es que el proceso conjunto puede ser adolescente, pero no lo son los países que lo constituyen", responde Peña.Isidoro...

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