Con supertasas, ventas forzadas y recorte fiscal, enfrían el dólar

El Gobierno logró ayer bajarle la fiebre al aunque apelando a medidas drásticas que incluyeron un nuevo y más fuerte aumento en las tasas de interés (las dejó al 40%, dos puntos incluso por encima del nivel que tenían a la salida del cepo); el reflotamiento de una polémica medida que obliga a los bancos a vender parte de los dólares que tienen en su poder (algo a lo que había apelado también el kirchnerismo a comienzos de 2014) y el anuncio de un mayor ajuste fiscal destinado a reducir en medio punto (de 3,2 a 2,7%) el déficit público.

El resultado fue un retroceso del 5,1% promedio en (venía de trepar 8% en la rueda previa), que a 21,90 para la venta mayorista y promediara $22,28 a nivel minorista, obtenido además sin necesidad de que se vuelvan a vender reservas, tras siete ruedas de intervenciones continuas y cada vez menos eficaces en ese sentido.

El paquete fue prolijamente anunciado por la mañana: de lo fiscal se hizo cargo el ministro de Hacienda, ; del impacto en las necesidades de financiamiento oficiales el ministro de Finanzas, , quienes compartieron una conferencia de prensa, y de las disposiciones regulatorias en lo monetario el (BCRA), que las divulgó mediante un comunicado. Allí ya hubo una señal.

no solo era cuidadosamente coordinado, sino que el Gobierno dejó a la vista que había aprendido la lección del 28-D.

Vale recordar que el 28 de diciembre pasado se anunció desde la Casa Rosada un recalibramiento de las metas de inflación en una conferencia cuyo principal vocero fue el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y cuyo último disertante fue Federico Sturzenegger, es decir, el funcionario que tenía a su cuidado dichas metas.

Eso se interpretó en el mercado como una intromisión del Ejecutivo en funciones del BCRA y un recorte a su autonomía. Por esta razón, para muchos analistas, se trató ni más ni menos del preludio de la crisis cambiaria que explotó en las últimas dos semanas. A esto se agrega que, contrariamente a lo que venía haciendo en los últimos días, las medidas se oficializaron antes de la apertura de los mercados. De esta manera el Gobierno dejó de "correr de atrás" la crisis cambiaria para "plantársele de frente".

El efecto calmante sobre el mercado se hizo visible precisamente apenas se reiniciaron las operaciones: en ese momento, el dólar, que se había llegado a pagar a $23 al cierre de las transacciones anteayer, abrió cotizando a $21,20, es decir, con un retroceso de $1,80, con una baja cercana al 8 por ciento. Sin...

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