El Superagente 86, en Buenos Aires

A los 77 años, Jorge Arvizu ingresa al hall del hotel Bauen del brazo de su mujer como un huésped más, sin llamar la atención. Pocos imaginan que es el célebre actor mexicano de doblaje que le puso la voz y también toda su creatividad al Superagente 86 y a Pedro Picapiedra, entre muchos más. Arvizu viajó a la Argentina para participar de Animate, una megaconvención de cómic y animación que desde hoy hasta el lunes se realizará en el Centro de Exposiciones de Buenos Aires, con proyecciones, conferencias, publicaciones, stands de venta y otros invitados de lujo, como Solano López. Minutos después, en la confitería del hotel, Arvizu se rebela sistemáticamente a contestar las preguntas como fueron formuladas. Tampoco deja de lado la buena voluntad para ofrendar algunos pasajes de esa vocecilla inconfundible que de pronto lo transforma en el mismísimo 86.-¿Es cierto que usted hizo 25.000 doblajes?-Pues yo no me di cuenta... Tampoco los iba contando uno por uno?-¿Y cómo empezó a trabajar como doble de voz?-El día en que mi papá golpeaba con saña a mi madre porque no teníamos para comer. Y yo dije: "Tengo que empezar a trabajar antes de que mate a la pobre". Como actor empecé hace 60 años, y como doble de voz, unos pocos años después.-¿Cómo se hace la caracterización a través de la voz?-Esa es una pregunta anatómica, fisiológica, gastroenterológica. No hay una explicación. Simplemente, veo el personaje y me inspiro; no se trata de una ecuación matemática. Creo que es más importante el...