El sueño de la final, con garra, corazón y talento

BRUSELAS.- A estas alturas, será justo reconocer algunas virtudes de este equipo argentino de Copa Davis que, casi en puntas de pie, está a un paso de llegar a la quinta final en la historia. Es una formación que desborda sacrificio, esfuerzo, entrega y despliegue. Que tiene talento, también: no se puede llegar tan lejos sin tener un nivel de tenis acorde con esta instancia. Y, como lo demanda este torneo, corazón y garra; factores que conforman el ADN de esta versión 2015 del equipo argentino que, una vez más, es protagonista estelar en la Copa Davis.

En Bruselas, el plantel dirigido por Daniel Orsanic aventaja por 2-1 a Bélgica, pero todavía falta un punto más. Toda la convicción mostrada para llegar hasta aquí habrá que refrendarla en un último día de acción que promete tensión y emociones. Condimentos infaltables en una serie copera, y con más razón en un duelo muy parejo entre argentinos y belgas en la pista sintética del National Forest, un escenario atípico que ha cambiado el sonido de acordes de rock por el eco de furibundos raquetazos.

Dentro de este contexto de paridad, la Argentina inclinó el resultado a su favor con el siempre vital punto del dobles. Con poco margen, ambos equipos decidieron poner sus mejores cartas en el juego de parejas, siempre influyente: como se preveía, Leonardo Mayer entró -en lugar del nominado Diego Schwartzman, postergado una vez más- para acompañar a Carlos Berlocq, que en estos días trabajó a destajo para adaptarse a la superficie y se enfocó decididamente en el dobles. Los dos guerreros, que se llevan de maravillas en la cancha, volvieron a dejar en claro que son la mejor pareja que hoy puede tener el equipo nacional. Aun sin descollar como sucedió contra los serbios en julio pasado, sacaron adelante un encuentro áspero y cambiante en el que se pasó de un comienzo a todo vapor a una definición trabajosa, a base de sudor y determinación.

Las cuatro horas de juego en la victoria por 6-2, 7-6 (2), 5-7 y 7-6 (5) sobre Steve Darcis -que reemplazó a Kimmer Coppejans- y Ruben Bemelmans reflejaron una batalla repleta de matices, con un inconfundible carácter de la Davis. Ni siquiera faltó la polémica: un fallo del umpire Gianluca Moscarella en el tie-break del segundo set -obligó a repetir un punto que el Ojo de Halcón había demostrado como válido para Bélgica- desató el enojo de los jugadores e hinchas del equipo local, que le dedicaron varios minutos de abucheos y silbidos.

Con la paridad en la cuenta y...

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