Antonio Spadaro: 'La de Francisco no es una revolución de contenidos. Lo que intenta es repetir el Evangelio'

Vino a Buenos Aires por una semana. Era casi su primera visita a la ciudad de Jorge Mario Bergoglio; la anterior había estado solamente por pocas horas y recorrido con emoción La Boca y San Telmo. Antonio Spadaro (Mesina, 1966) parecía ahora querer conocerlo todo; y las circunstancias le fueron favorables: visitó otros barrios, el Museo de Bellas Artes, la iglesia del Pilar. Y escuchó tango en el Tortoni y celebró misa en el santuario de San Cayetano de Liniers. El domingo compartió la mañana con el padre Pepe Di Paola en la villa La Cárcova de León Suárez, y por la tarde escuchó a Daniel Baremboin y Martha Argerich en el Teatro Colón. Tuvo largos encuentros con Abraham Skorka y con el dirigente islámico Omar Abboud. Se reunió con Víctor Fernández, rector de la UCA, y con el jesuita Diego Fares, del Hogar de Cristo. Caminó con detenimiento muchas calles de la ciudad y se detuvo en varias librerías. Prefirió viajar siempre en medios públicos: subte, colectivo, tren. Saboreó el mate amargo y el mate cocido dulce. En una parrilla quiso probar un chorizo y una morcilla. La denominación de "matrimonio" le pareció amigablemente sacramental. Lo que más elogió de nuestra mesa fue el dulce de leche.Este jesuita, director de la legendaria revista La Civiltà Cattolica, fundada en Roma en 1850, diez años antes de la unificación política de Italia, tuvo el privilegio de efectuar la primera entrevista al papa Francisco, cuyo texto dio vueltas por medio mundo en todos los idiomas. Bergoglio, hasta entonces siempre reacio a tomar contacto con los medios de comunicación, aceptó conversar durante tres tardes con él.Spadaro estudió filosofía en la Universidad estatal de su ciudad, luego teología en la Gregoriana de Roma, se formó en literatura y comunicación social, frecuentó los Estados Unidos. Ha escrito más de 20 libros: de crítica literaria (muy interesado por los autores norteamericanos), medios digitales y espiritualidad. Es una persona amable y discreta. Tiene una particular sensibilidad para percibir los detalles. Y, evidentemente, los años romanos le han dado una secular perspectiva histórica. Está convencido de que cada papa es también, con sus más y con sus menos, una señal de la providencia divina para toda la Iglesia. Se pregunta: ¿qué quiere decirnos el Señor con la elección de Bergoglio? Cree que conocer sus raíces en esta ciudad podrían dejar entrever alguna respuesta. Spadaro nunca quiso ser considerado un "vaticanista", pero de hecho hoy es tenido por uno de los mejor informados de esa rara especie.Su amor por la literatura nació como docente, cuando los jesuitas le pidieron que se hiciera cargo de una cátedra en un colegio secundario. "Al enseñar literatura fui metabolizando la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR