A solas con Alberto, en un cruce descarnado

Pedí una entrevista con Alberto Fernández sin ninguna ilusión de que me la concedieran. Faltando tan poco para que asuma, lo imaginé en febriles reuniones con su futuro gabinete, preparando planes y medidas, manteniendo encuentros con legisladores, gobernadores, empresarios... Me equivoqué. Siempre me equivoco con el profesor Alberto. Como que me está costando sacarle el ADN. Aceptaron la entrevista en 5 minutos, con amplísima disponibilidad: "¿La querés ahora, en un rato, mañana temprano, al mediodía, a la tarde, pasado mañana?", ofreció su vocero. Se ve que la agenda del presidente electo no está todo lo apretada que yo creía. En cualquier caso, le estoy francamente agradecido. Contestó todas mis preguntas, incluso las más filosas. Salvo una. Y le agradezco también que por momentos me haya maltratado como a un movilero, porque eso me quita años.-Profesor, le gusta viajar, ¿no? Digo, ya ha estado en España, Portugal, México, Perú, Uruguay... e irá a Francia antes del traspaso de mando.-Mire, lo que me gusta es asumir personalmente el posicionamiento internacional del país. Es una tarea que no quiero delegar. Y menos en Felipe Solá, que será mi canciller porque habla inglés y francés. Le faltaría mejorar un poco la pronunciación.-Hablemos de Bolivia. Usted dijo enseguida que se trató de un golpe, y coincido. Pero Evo violó la Constitución que él mismo había reformado y que le impedía postularse, no respetó el resultado del referéndum y cometió un fraude monstruoso. De eso, ni una palabra.-A ver, las constituciones siempre son interpretables. Lo digo como abogado, como profesor de Derecho y, sobre todo, como peronista. Es cierto que también desoyó el referéndum, pero eso fue en 2016: no podemos hacer leña de un referéndum caído. Respecto del fraude, tampoco lo voy a negar. El propio Evo lo admitió al llamar a nuevas elecciones. La culpa es de la oposición, que no fiscalizó bien. Se sabe perfectamente que si a Evo no lo controlás, te emboca. Estos cocaleros son bravos.-Se refirió al posicionamiento del país, y me llama la atención que ya se peleó con Trump, por lo de Bolivia, y con Bolsonaro: la primera potencia del mundo y el principal socio de la Argentina. ¿Cuál vendría a ser su estrategia?-No sé, que se ocupe Felipe.Cristina está casi más en Cuba que acá. ¿Y si además de vice la nombra embajadora en La Habana? Good idea, ¿no?-Conmigo no, Robertito, conmigo no...

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