Soja, vacas y árboles: la receta de Brasil ante el cambio climático

IPAMERI, Brasil.- Cuando quedó viuda, Marize Porto Costa se enfrentó al dilema de qué hacer con el campo que le había dejado su marido en Goiás, en plena sabana del Cerrado brasileño. Habló con los técnicos del Embrapa, el organismo símil del INTA argentino y les preguntó si le convenía venderlo o producir algo. En una región difícil, suelos que combinan en distintos porcentajes arena y arcilla y una materia orgánica que en ese momento estaba en el 1,8%, los indicadores de ese campo netamente ganadero eran pobres. Tenía una carga animal de apenas 0,5 cabeza por hectárea con pastos degradados. Porto Costa venía trabajando como odontóloga en San Pablo y se acercó al Embrapa sin prejuicios sobre qué hacer. La respuesta de los técnicos fue categórica: "no lo vendas, lo necesitamos".

De esta manera, se metió en la Integración Lavoura-Pecuária-Floresta (ILPF), un modelo que busca combinar agricultura, ganadería y forestación en un mismo espacio. El modelo ILPF ya se está replicando en cerca de dos millones de hectáreas en el vecino país, principalmente en el centro oeste, y Brasil asumió el compromiso en la 21a Conferencia del Clima (COP21), realizada el año pasado en París, de incrementar esa superficie a no menos de cinco millones de hectáreas para 2030.

El modelo forma parte de políticas públicas como el Plan Sectorial para la Agricultura de Bajo Carbono y la línea de crédito del Programa ABC, que ofrece financiamiento a esta actividad al 4,5%. Además, existe una red de fomento a la ILPF integrada por diversas compañías, entre ellas John Deere. En Brasil sostienen que mantener pastos degradados es acelerar el proceso de emisión de los gases responsables del calentamiento global. Creen que de los 200 millones de hectáreas que hay en su sabana al menos en 70 millones hay pastos degradados. Y estiman que al menos 15 millones podrían recuperarse, una parte con la ILPF.

Con un Código Forestal muy estricto, Brasil quiere imponer una nueva forma de hacer agricultura en esta región ubicada entre los trópicos de Ecuador y Capricornio. "No queremos abrir más áreas, sino preservarlas. Este modelo de integración es el próximo paradigma de producción en Brasil en la franja tropical", dijo Maurício Lopes, presidente de Embrapa.

En el vecino país afirman que este modelo puede replicarse en el norte argentino.

El campo de Porto Costa, llamado Fazenda Santa Brígida, fue elegido hace unos días para hacer una jornada. Participaron 1200 personas. Se buscó mostrar...

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