'No nos sobra nada'

Reunió a los dirigentes de Tigres, allá lejos, en Monterrey. Y abrió su corazón: ?No estoy bien, extraño mi país. Me vuelvo?. Íntimas desventuras y un juego sin luz le señalaron el sendero: volver a empezar. Enero de 2010. Armó los bolsos y regresó en familia a casa. La Gata Fernández había extraviado frescura, emociones, goles. Tanta pasión provocaba en miles que hasta un grupo de Facebook lanzó una consigna: ?Yo tampoco quiero que Gastón Fernández se vaya de Tigres?. Ensayo de la modernidad, de la tecnología. Que demuestra algo más que pases, goles y celebraciones.Sin embargo, la Gata estaba decidido. ?No estaba bien, necesitaba volver para sentirme a gusto. A mi casa?, cuenta. A su hogar, insiste. Podría haber sido River, club prestigioso en el que se hizo famoso. Podría haber sido Racing, el viejo dueño de sus sentimientos. Podría haber sido San Lorenzo, entidad en la que brilló por primera vez. Su casa, en realidad, era Estudiantes. Esa filosofía de vida era, tal vez, lo que echaba de menos verdaderamente. Lo quisieron todos ellos, Gastón eligió la paz de City Bell. Su lugar en el mundo. ?Tiene algo Estudiantes que te hacer ser parte. Su historia, su mística. Algo hay que te atrapa. Cuando te vas, te dan ganas de volver. Es una cosa rara...?, recuerda el chico de tapa. El hombre del cabezazo que sella el 2-1 contra los suplentes de Independiente, más complejo que tablero de ajedrez. El número 10 del líder, de un equipo que no brilla, que no deslumbra. Que suda la gota gorda.?No nos sobra nada, ésa es la realidad. Tuvimos muchas lesiones, muchos problemas en los últimos tiempos. Por eso siento que cada partido para nosotros es una batalla. Cambiamos el sistema táctico. No tenemos el juego vistoso de hace un año; somos otros?, ensaya una explicación, uno de los actores estelares del líder. Uno de los más queridos. Es que saben, en los recovecos platenses, que Fernández podría vestir otras camisetas. Y sin embargo... ?Acá soy feliz?, admite. Tres vocablos sencillos de comprender.?Sufrimos muchas lesiones, muchas cosas raras nos pasaron y seguimos ahí, en la pelea. Llegamos al límite al final del torneo; tuvimos varios problemas. Pero siempre tenemos actitud de sobra. Y mucho coraje?, insiste, para graficar el modelo versión segundo semestre 2010. Sin Boselli, sin Sosa. Sin gol, sin magia: con algo más. ?Destaco el corazón que tenemos todos?. Ese corazón de león que lo hizo grande desde sus cimientos.Cuenta que hubo encuentros de hombres cuando les...

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