So Abra y la fusión folklórica

El arte de tapa del debut discográfico del grupo So Abra no es un cuadernillo, sino una lámina que, al ser abierta, muestra seis fotografías con objetos de cada uno de los seis integrantes. Algunos están relacionados a la música, otros a distintos aspectos de la vida cotidiana de cada persona.Luego de una mirada atenta a cada uno, complementada con la escucha del CD, el cronista intuye que se trata de un sexteto de porteños veinteañeros, formados en conservatorios como el Manuel de Falla o la Escuela de Música popular de Avellaneda, que se lanzaron a la música popular, muchas veces de raíz folklórica, desde una óptica policultural, con todo el bagaje de influencias musicales que cada integrante trae.Marcelo Knoblovits, creador hace tres años de este proyecto y autor y compositor de la mitad del repertorio de este flamante primer disco, da por ciertas todas estas sospechas. Confirma: porteños de entre 22 y 30 años, con formación musical académica y el interés por generar composiciones propias que toman como base músicas populares de éstas y otras latitudes.La convocatoria fue de Marcelo, quien al principio llamó a uno de los guitarristas. "El resto fue llegando; incluso el bajista, que convocamos por un cartelito pegado en una pared de la Escuela de Música Popular de Avellaneda." "Se busca bajista para banda de folklore fusión, o algo así, decía"...