Silva es importante, aunque no convirtió...

Pese a que jugó en varios equipos, nunca le pasó estar tantos minutos sin convertir en un arranque de un ciclo. Santiago Silva redobla la apuesta. Agacha la cabeza y traba con más fuerza; se entrena con más dedicación que en los tiempos de gloria, de vueltas olímpicas con Banfield y Vélez. Mira al cielo y no lo puede creer. Insulta al aire, maldice. "Hoy es el día", vuelve a pensar, pero tampoco se le da. Tanto deseó el pase a Boca; tantos obstáculos debió sortear, que nunca pudo despojarse de esta tensión generada por la falta de desahogo en la red. Desde que se puso la camiseta xeneize jugó cinco partidos completos (450 minutos), pero no pudo celebrar.El se desespera ante cada chance perdida, pero si se toma como referencia que Martín Palermo, el mayor artillero xeneize, recién convirtió su primer tanto ante Independiente, en su séptimo partido en Boca, no debería sentirse ante una encrucijada.Tras el partido con Arsenal, Silva comentó: "Lo importante es que el equipo gane. Yo lo busco, lo busco. Y lo voy a seguir buscando. Con el correr de los partidos voy a tener más rodaje y me voy a soltar más. Ahora Boca necesitaba ganar y lo hizo. Era importante conseguir los tres puntos porque en la Copa todavía no habíamos ganado".Si bien todavía no convirtió goles, Silva cumple: aparece en la foto de todos los goles y no porque se queda mirando lo que hacen los compañeros, sino porque exige y, -la mayoría de las veces- fuerza las situaciones para que Boca convierta.En Sarandí, además de tener una pelea titánica con Lisandro López durante toda la noche, Silva participó de las jugadas de los dos goles: primero peleó en lo alto la pelota que luego le cayó a Mouche para la definición cruzada de derecha; luego, cortina la marca tras el centro de Clemente para que el balón le caiga con libertad a Ledesma. Y, sobre el final, metió un taco para dejar mano a mano a Chávez con Campestrini.En la única situación que se le puede reprochar, fue el tanto que tuvo bajo el arco de Rodríguez ante Independiente, con el partido 4-4, tras el centro de Mouche desde la izquierda y que le pasó entre las piernas. Pero en ese mismo cotejo, cabeceó un tiro libre de Riquelme al palo y, en el rebote, Roncaglia marcó el 3-3.Frente a Zamora, en Venezuela, en lo que fue su debut con la camiseta azul y oro, no jugó bien (como todo el equipo), pero fue quien más cerca estuvo de marcar; primero con un disparo desde afuera del área y luego con un cabezazo en el último minuto que dio en el palo...

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