'Sencillo y alucinante'. En qué paraje patagónico se despliega una nueva forma de ver las estrellas

El observatorio astronómico Astropatagonia es un emprendimiento de Daniel Chiesa, en el paraje rural Ñirihuau Arriba

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Las luces de la ciudad quedan atrás a medida que la camioneta se adentra en el camino de ripio que conduce al observatorio Astropatagonia . Poco a poco, las únicas luces son las del vehículo y, a través de la ventanilla, la mirada repara en el cielo increíblemente estrellado.

A media hora del Centro Cívico de esta ciudad, la novedosa propuesta de astroturismo se presenta como una experiencia personalizada, en la que los grupos no superan las 10 personas. El entusiasta anfitrión es Daniel Chiesa (54), aficionado a la astronomía y su divulgación.

"Mi papá me inspiró a mirar el cielo. Cuando vivía en Buenos Aires iba a la Asociación Argentina Amigos de la Astronomía, en Parque Centenario. Entre otras cosas, allí hizo un curso de fabricación de telescopios. Así que en mi casa siempre hubo telescopio. Además, era amigo de Daniel Esparza, físico del Instituto Balseiro, amante de la astronomía. Ibamos a su casa y hablaba del cielo, del universo, y a veces sacaba un proyector con diapositivas con imágenes de las sondas Voyager y Viking, por ejemplo. Para mí era fascinante", cuenta Chiesa mientras maneja.

La serie Cosmos, de Carl Sagan, en los años 80, fue otra de sus grandes inspiraciones. Siendo adolescente, recuerda haber hecho con dos tablitas, unas bisagras y un tornillo un sistema de guiado manual para poder hacer exposiciones de 2 minutos y sacar fotos del cometa Halley en 1986.

A pesar de su pasión, Daniel -que vive en Bariloche desde los 5 años- trabajó durante 30 años como técnico electromecánico. Aquel primer amor reaparecería en 2006 : un cometa muy brillante en el cielo lo volvió a conectar con la astronomía.

Ya en 2014, formó y presidió una asociación civil de aficionados en esta ciudad. En ese tiempo, lo convocaron del hotel Galileo, que está en el cerro Catedral y tiene un observatorio astronómico en su cúpula. "Hasta ese momento, no sabía que existía el astroturismo. Allí descubrí que se podía conectar a la gente con el cielo y transmitirle conocimiento. Entonces, se me ocurrió ofrecer esa actividad por mi cuenta, como un emprendimiento", dice Chiesa.

Uno de los primeros pasos fue comprar un telescopio automático, ya que hasta ese momento utilizaba el de su padre, que es manual. Luego comenzó tímidamente a ofrecer la experiencia a través de agencias de viaje y empresas de turismo. De todos...

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