La sencillez del hombre que conquistó a la comitiva argentina

CANNES.- Estaba nerviosa y se le notaba. Apenas pronunció sus primeras palabras ante la prensa, en los minutos previos a la reunión con Barack Obama, Cristina se trabó dos veces, cuando su oratoria suele ser siempre fluída. Pero los elogios públicos que enseguida le dedicó el líder demócrata terminaron finalmente por relajarla.Es que el hombre más poderoso del mundo mostró toda su sencillez, lo que terminó por encantar a la Presidenta y a su comitiva. Se pidió un té, que edulcoró con miel que dejó chorrear lenta y cuidadosamente sobre su tasa de porcelana, y siempre trató a la mandataria argentina por su nombre de pila, por fuera de las formalidades del protocolo.La Presidenta, que por momentos se mostró más tensa, logró ponerlo algo incómodo. Ante su costumbre de extenderse largamente sin hacer la pausa necesaria para la intervención de su traductor, dejó al anfitrión perplejo. Poco a poco, Walter Kerr, el intérprete de la Casa Rosada, se convirtió en la estrella de la reunión. La jefa del Estado encadenó sin un respiro 1859 palabras. Y como es su costumbre, llenó su discurso de cifras. El líder demócrata la miraba algo extrañado y sin entender nada durante los eternos minutos que duró la exposición presidencial hasta que el traductor pudo finalmente filtrar su trabajo.La Presidenta se había quedado por la mañana en su hotel, el Majestic, preparando la reunión bilateral. Tanta importancia le dio al encuentro con el ahora "amigo" americano que faltó a la última sesión del Grupo de los 20 y sólo fue al almuerzo final.Como en casaLos gestos de Obama hicieron que la reunión, en la que sólo intervinieron ellos dos, tuviera mucho de espontaneidad. Es más, ya desde el vamos, cuando se acomodaba para sentarse en el centro de la mesa ovalada dispuesta para el encuentro, el presidente norteamericano hasta se permitió meterse el dedo índice de la mano izquierda en el oído para rascarse, cuando las cámaras se retiraban, en un gesto totalmente fuera de protocolo."Vamos Cristina, que tenemos la reunión", le había dicho durante el almuerzo en el cierre de la cumbre, apelando a una relación...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR