Semana de locos

"Si toman una decisión desde el poder [...] Esto es redondo. A la larga, esto va de ida y vuelta."

(De Guillermo Moreno, a los jueces que lo condenaron.)

De regreso a su tierra, tras haber pasado un mes aquí, un periodista finlandés confesaba a sus amigos: "No sé cómo hacen para producir tantas noticias. Una semana allá [por la Argentina] equivale a cinco años de los nuestros". Y dijo eso porque se volvió apenas pasadas las elecciones. Si se hubiese quedado unos días, nos habría propuesto para el Guinness.

Apenas si le tocó presenciar una de las peores campañas electorales que se recuerden: polarizada, escasa de ideas, aburrida y, en el tramo final, manipulada y dolorosa. En cambio, se perdió toda la acción que vino después, orillando el preinfarto.

Metieron preso a De Vido, a Boudou y a Núñez Carmona; la Justicia confirmó uno de los procesamientos de Cristina Kirchner por asociación ilícita y defraudación al Estado; Gils Carbó dejará el cargo a fin de año, y a Guillermo Moreno lo condenaron a dos años y medio de prisión en suspenso por peculado. Desde la cárcel, De Vido, ahora también procesado por el caso Skanska, rompió con Cristina y le advirtió por carta que quien pone las manos en el fuego finalmente se quema (ella había dicho que sólo las pondría por sus hijos).

Guillermito amenazó a los jueces con un velado "ojo que vamos a volver" y Cristina se quejó porque la conminaron a pagar las expensas adeudadas del depto. de Florcita.

El...