Seguridad veloz, ajuste ralentizado

Con la crudeza que permite contemplar la política argentina desde Nueva York, ejecutivos de fondos de inversión plantean en charlas informales cierta inquietud con el gobierno de Macri. No solo por la situación internacional, que obligaría al país a endeudarse a tasas más caras, sino porque dudan del gradualismo: creen que la postergación de un ajuste económico conspira contra la sustentabilidad del modelo. Es una discusión eterna, porque la Argentina parece una trampa: la sociedad y las empresas se quejan del peso de impuestos que podrían aligerarse mediante una reducción del gasto público, medida contra la que probablemente protestarían si se llegara a concretar. "No pueden pedir que el Gobierno baje los impuestos y el déficit fiscal al mismo tiempo, o que reduzca los subsidios y no suba las tarifas", le dijo hace un año Gustavo Lopetegui, vicejefe de Gabinete, a la cúpula de la Asociación Empresaria Argentina en un almuerzo en que les endilgó un neologismo de Orwell: el doublethink (doblepensar), que aparece en la novela 1984 y que consiste en sostener simultáneamente dos opiniones opuestas sabiendo que son contradictorias.

Esos fondos de inversión recuerdan que le transmitieron sus preocupaciones en persona a Macri en noviembre en Nueva York, que el diagnóstico incluyó también insatisfacción con la reforma previsional y que solo fue matizado con elogios hacia la política tarifaria, el lado menos gradual del plan económico. Dicen que el Presidente también les contestó con franqueza: admitió que coincidía conceptualmente con ellos, pero que había decidido aceptar de su entorno el consejo de ir a una velocidad que la Argentina estuviera dispuesta a tolerar.

¿Cuántas medidas impopulares sería capaz de tomar un gobierno no peronista que ni siquiera recibió, como Menem, Duhalde o Kirchner, el ajuste consumado?, discuten desde 2015 en los foros empresariales. Es cierto que la sociedad, el discurso y los políticos cambiaron. El 8 de julio de 1989, cuando asumió, Menem no tuvo tantos reparos: "Sería un hipócrita si lo negara -dijo entonces-. Esta economía de emergencia va a vivir una primera instancia de ajuste. De ajuste duro. De ajuste costoso. De ajuste severo. (...) El pueblo argentino tiene una cita con la historia. Para responder a ese llamado, vamos a tener que hacer un esfuerzo conmovedor que comenzará en esta reestructuración de nuestro Estado nacional. Desde el Estado vamos a dar el ejemplo a través de una cirugía mayor, que va a...

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