Sanz se afianza como un ministro sin cartera

"Ministro sin cartera", "asesor a libre demanda", "consejero en temas varios". Varían las figuras y los interlocutores que las usan. Pero aluden siempre a la misma persona, Ernesto Sanz, y a su rol en el gobierno de Mauricio Macri en sus primeras dos semanas de existencia.

Lejos de los cargos públicos -a los que renunció sorpresivamente horas después del triunfo de Cambiemos-, Sanz reparte sus horas entre los contactos con el Presidente, los ministros radicales del gabinete, los gobernadores de Jujuy y Mendoza, ambos de la UCR, y los dirigentes de su partido.

El vínculo entre Sanz y Macri presidente debutó con una herida que los dos intentaron coser rápido. El radical se enteró de los nombramientos de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti en la Corte Suprema al mismo tiempo que la mayoría de los argentinos. Tarde. Sabía que Rosenkrantz era uno de los elegidos de Macri, pero no que las designaciones saldrían por decreto y menos aún que el Presidente avanzaría con el tema tan pocas horas después de haber asumido la presidencia.

Sanz sí intervino en la marcha atrás (a medias) de Macri. Participó de la reunión en la que el Presidente acordó la postergación de las juras con Ricardo Lorenzetti. Ese mismo día, Macri lo sentó a su derecha para la foto con la flamante cúpula de la UCR, que lo visitó en su despacho.

También supo con antelación de las decisiones respecto de la Afsca, remoción de Martín Sabbatella incluida, y conoce el plan oficial para conseguir la salida de Alejandra Gils Carbó, del que participó activamente desde su origen.

Aunque a principios de noviembre, cuando era el eventual ministro de Justicia de Macri, Sanz dijo en una entrevista con Clarín que no le "temblaría la mano" para recurrir a DNU cuando hiciera falta, hoy esboza en privado una idea que es la exacta contracara de aquella frase polémica.

"Una administración que no tenga una mayoría estable en Diputados no es viable", repite ante sus interlocutores de estos días. Por eso, cree que, cuanto antes, y más allá de que Macri convoque o no a sesiones extraordinarias, Cambiemos debe abocarse a conseguir y consolidar esa mayoría que hoy no tiene en la Cámara baja. Es su manera de plantear que tampoco le parece viable que Macri siga tomando decisiones de peso político por decreto. No son pocos los radicales que vislumbran una "fiesta de DNU" como un escenario posible.

Un ojo en los ministros

Mientras tanto, Sanz sigue de...

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