Son de Santa Cruz, compraron una Combi y se fueron a recorrer América hace un año y medio: ya hicieron 13.200 kilómetros

Christian y Ornella quieren llegar hasta Estados Unidos. Viajan hace un año y medio

Al reparo del techo de una estación de servicio en Jardín América, provincia de Misiones, Dorita espera a que pase el azote de la lluvia que el efecto Niño ha traído sobre toda la Mesopotamia . No tiene apuro. Ha recorrido ya 13.200 kilómetros desde que salió de Los Antiguos, Santa Cruz, y en sus vidrios lleva pegadas las marcas de los lugares visitados: Ruta 40, Ushuaia, Puerto Madryn, Buenos Aires, Entre Ríos, Uruguay, Misiones, Corrientes.

Con la carrocería marrón perlada por las gotas de lluvia y sus elegantes cubiertas cara blanca, Dorita, una combi Volkswagen T2 modelo 1988, aguarda a que escampe . Esa máquina es la materialidad de un sueño, la realización del proyecto de Ornella y Christian, que han decidido vivir viajando por el continente americano .

La aventura empezó en junio de 2020 , cuando arreciaba la pandemia. Ornella, psicóloga y bahiense de nacimiento, y Christian, maestro oriundo de Los Antiguos , trazaron con punta fina su proyecto y fueron tras el vehículo que les permitiera hacer realidad su ilusión. Después de mucho buscar lo encontraron en Bariloche .

La Combi "Dorita", bajo las estrellas

La combi tenía chapa y pintura hechas a nueva. Fue amor a primera vista. La compraron por $450.000 y la bautizaron Dorita, en honor a la abuela de Christian, viajera de otros tiempos . Ese sería tan sólo el primer paso de un largo proceso necesario para acondicionar el vehículo y darle las comodidades requeridas a la hora de salir a recorrer las rutas del continente.

"Somos los terceros dueños de Dorita. Los primeros la usaron bastante, en cambio los segundos no. La combi estaba en excelentes condiciones. De chapa y pintura estaba muy bien. Después con el tiempo nos dimos cuenta de que había que hacerle el tren delantero y el trasero, y el motor había que chusmearlo un poco también", explica Christian.

Sentarse en la butaca del conductor fue como atravesar un portal en el tiempo, ingresar en otro universo. Christian, que estaba acostumbrado a manejar su camioneta Ford Ecosport, se encontró con un vehículo que tenía "dirección mecánica, durísima. El volante es duro, la palanca de cambios está lejos, los pedales están más cerca. Todo era diferente. Tenía un cebador, la calefacción de la combi es totalmente distinta. Fue un giro rotundo ".

"Dorita" en otro punto de sus recorridos

Dorita está motorizada con un Boxer 1600 original, naftero. "En el mundo...

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