Por qué hay que sancionar la ley de etiquetado frontal

Hace pocos días fracasó por falta de quórum en la Cámara de Diputados la sesión donde se iba a discutir la ley de etiquetado frontal de advertencia (EFA) . Este proyecto, aprobado por una amplísima mayoría en el Senado, fue fruto de la construcción colectiva de legisladores del oficialismo y oposición, y donde participaron organizaciones de la sociedad civil, sociedades científicas y universidades, y organismos internacionales como OPS/OMS y UNICEF. Esta ley es importante para promover una alimentación más saludable, particularmente en los niños y adolescentes. Pero además es una ley fundamental para atacar los efectos de la pobreza : en nuestro país, los más afectados por la epidemia de malnutrición, sobrepeso y obesidad son las personas pobres.

Miremos los datos. De acuerdo con la 4ta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo y a la 2da Encuesta Nacional de Nutrición y Salud realizadas en 2019 por nuestra gestión, dos tercios de los adultos y 40% de los niños y adolescentes, respectivamente, tienen sobrepeso u obesidad. En los adultos, la obesidad aumentó 75% desde la primera encuesta realizada en 2005 y cada vez se concentra más en los pobres, al igual que la mayoría de las enfermedades crónicas. Estos datos se vuelven aún más preocupantes si consideramos que el 40% de la población argentina se encuentra por debajo de la línea de pobreza.

En los niños y adolescentes, el panorama es más alarmante. Mientras que la malnutrición por déficit (bajo peso y baja talla) se ha mantenido estable en menos de 2% desde la primera encuesta en 2005, la malnutrición por exceso de calorías de bajo valor nutricional ha aumentado casi 50%, sobre todo en los menores de cinco años.

La responsabilidad del Estado en esta situación abarca varias aristas. Siete de cada diez escuelas públicas ofrecen algún tipo de alimento o bebida a los chicos, pero mayoritariamente es pastelería o bebidas azucaradas (y los niños compran habitualmente esos mismos productos en los quioscos escolares). Peor aún, de un tercio de los chicos que entran a la escuela primaria con sobrepeso u obesidad , lo que es ya grave, la mitad de esos mismos niños terminan la escuela con estas condiciones. Esta situación se ha visto agravada por los efectos devastadores que la pandemia y la cuarentena han tenido sobre el aumento de la pobreza y la indigencia en los niños de nuestro país.

El EFA permite identificar a los alimentos envasados con exceso de nutrientes críticos como grasas, azúcares o...

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