Salvación azulgrana

Se siente un estruendo que pone en estado de ebullición la sangre azulgrana. "¡San Lorenzo es de Primera, de Primera no se va..!" El grito popular moviliza el cuerpo hasta llevarlo al éxtasis. El Nuevo Gasómetro es testigo de un respiro de alivio masivo. Y el puño golpea en ese mismo lugar donde está el escudo que conmueve. Se trata de seguir el festejo descontrolado de los jugadores en el arco más cercano al pueblo de Boedo. Festejos, emoción, llanto... Los abrazos, interminables entre cada uno de los protagonistas que alcanzaron el objetivo: igualaron 1-1 con Instituto y se quedaron con la cara feliz de la moneda.Hombres de San Lorenzo habituados a vivir en la cornisa desde hace tiempo. Para ellos no es fácil de resolver la circunstancia dual de un equipo que está en el mejor de los escenarios ?teniendo en cuenta que hace unos días estaba en descenso directo? con la imagen futbolística e institucional en que lo consiguió. El apoyo de su gente fue lo más destacable de una producción de bajo nivel y en la que el objetivo estaba bastante claro.Una tarde como la vivida ayer permite pensar que sin el sentimiento de "pertenencia e identidad" y sin el aliento, el equipo no podía llegar tan lejos. El Ciclón sigue en Primera. Tendrá tiempo para analizar los caminos que lo llevaron a esta realidad. Lo concreto es que ayer lo ratificó ante más de 45.000 personas que sufrieron, alentaron y ovacionaron a sus ídolos, como Leandro Romagnoli y Bernardo Romeo, y luego a Julio Buffarini, un jugador que con sacrificio y humildad se ganó el cariño de los hinchas en este final de temporada. San Lorenzo fue un merecido ganador de la Promoción porque de la ida disputada en Alta Córdoba se llevó una diferencia importante que obligaba a los dirigidos por Darío Franco a buscar el milagro de convertir tres goles en el Nuevo Gasómetro. Lo intentaron, incomodaron a su rival, manejaron el balón, pero el mano a mano fue para los locales.Explosión pura sin pensamiento. Justificada por lo que se logró evitar. Nada es casual en la vida de San Lorenzo. Desde hace tiempo que todo se escapa de las manos en el club. La desintegración interna es tan visible como profunda. Desestabiliza las bases de su estructura. La sensación se multiplica por todos los rincones. Desde las inferiores hasta su fútbol profesional. Desde su actividad social hasta su endeble economía. Impone un...

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