De sala de conciertos a sala matrimonial: 12 parejas dieron el sí en el Colón

"Ésta era la mejor excusa para ponerle un moño a nuestra hermosa familia", reflexionó Martín Albornoz a minutos de contraer matrimonio con Romina Farías. Sin decirle nada a su mujer, se había anotado para tener esta oportunidad y darle una sorpresa. Inquieto, el hombre se movía ayer a un lado y otro en el hall de entrada del Teatro Colón. Después de 12 años juntos, y del nacimiento de dos niños, la pareja sellaría su amor en el esplendoroso Salón Dorado del coliseo.

Poco después de las 9, Martín y Romina ascendieron los 30 escalones que los llevarían ante el recinto especialmente preparado con las manos entrelazadas. Se sentaron en la primera fila, tal vez como ocurrió cuando cursaron el séptimo grado de la primaria, cuando se conocieron. El director del Registro Civil, Mariano Cordeiro, les recordó lo importante de la decisión que estaban por sellar. Ellos asintieron. "Estoy orgulloso", susurró él. Y aparecieron sus dos hijos, Briana y Ciro, de 2 y 4 años, respectivamente. Les dieron sus alianzas y se quedaron con sus padres para escuchar de cerca el "sí, acepto" de la pareja. El salón quedó en silencio mientras el flamante matrimonio se fundía en tiernos beso y abrazo.

El Teatro Colón fue ayer el anfitrión de 12 enlaces civiles, en los que se mezclaron invitados y periodistas. "Mirá dónde estamos", dijo entre carcajadas Federico Carluccio. Con quien es ahora su esposa, Ingrid Allasia, fueron los primeros en llegar al teatro y los que inauguraron esta seguidilla de casamientos. Federico había tenido que modificar su vestimenta. El registro convencional les había dado fecha para mañana en la sede de la comuna 13. "No es que iba a ir desprolijo, pero con una camisita y un pantalón estaba", contó a la nacion. Luego, resultaron ganadores entre casi 5000 inscriptos de un sorteo para contraer matrimonio en el coliseo porteño. El hombre se vistió a tono con la especialísima ocasión.

Afuera, mientras aguardaban indicaciones de funcionarios del Registro Civil para poder ingresar en el imponente salón, los allegados de Ingrid y Federico se tomaban fotos con el teatro de fondo. María del Valle Franzese, la tía de la joven novia, había participado de la convocatoria que lanzó la Ciudad con la consigna "¿En qué lugar emblemático de la ciudad te gustaría casarte?". Y había votado por el Colón, como 23.000 de los 60.000 vecinos que participaron y lo prefirieron a las otras opciones: el Rosedal, el Puente de la Mujer y la Floralis.

"Es parte de nuestra...

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