La sal o la vida: cuando una pizca de sabor pone en jaque al corazón

Una pizca de sal es suficiente para poner en jaque al corazón. Investigadores argentinos lograron determinar por primera vez que de ese montoncito que cabe entre la punta de tres dedos aumenta un 1% la mortalidad cardiovascular en el largo plazo a partir de los valores de sodio saludables recomendados. Y el argentino medio puede llegar a utilizar hasta 10 pizcas de sal de más por día.

"Se ve claramente en nuestra revisión que por cada 0,5 g más de sal que consumimos todos los días, la mortalidad cardiovascular aumenta un 1% independientemente de cuáles sean los niveles de consumo basales de cada persona por encima de los 3-5 g diarios que aconseja la Organización Mundial de la Salud", explica la cardióloga Rosana Poggio, investigadora del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS).

Con su equipo del Centro de Excelencia en Salud Cardiovascular para el Cono Sur (Cescas) del instituto, analizó los datos de 229.785 personas sanas, de entre 25 y 79 años, de distintos países, obtenidos a lo largo de entre 5 y 20 años en 11 estudios de alta calidad. Determinaron que ingerir entre 8 y 13 g diarios de sal -o entre cuatro y seis sobrecitos, como es el consumo promedio argentino- eleva un 12% la mortalidad cardiovascular con respecto del consumo de entre 3 y 5 gramos. "Los hipertensos y los de más edad, como era de esperar, son los más afectados", aclara Poggio.

En la Argentina, la población sigue siendo generosa con el salero a la hora de comer: su consumo casi duplica la cantidad considerada saludable para prevenir la hipertensión y las enfermedades asociadas. El argentino medio ingiere entre 7 y 9 g diarios, luego de registrarse un descenso de 2 g desde 2011 que las autoridades sanitarias atribuyeron la semana pasada a la reducción del 25% del contenido de sodio en la panificación. (Los 5 g de sal máximos que recomienda la OMS aportan 2000 mg de sodio y el consumo diario promedio en la Argentina casi duplica esa cantidad.)

Los límites

La ley nacional que fija los valores máximos de sodio en los alimentos, en vigor desde diciembre, alcanza no sólo a los farináceos, sino también a los productos elaborados con carne y derivados y a las sopas. La Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC) difundió durante la Semana Mundial de la Sal los resultados de un nuevo relevamiento en las góndolas: el 85% de los 292 alimentos de grandes marcas de las categorías que contempla la ley en esta primera etapa de aplicación se ajustan a los valores...

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