Ellos saben qué se siente: un baño de afecto para la Selección

El comandante se comunicó con la torre de control con un pedido especial: "¿Me autorizan el sobrevuelo de Ricchieri y hacer un 360 en la zona? Estamos con la selección a bordo y la verdad que está muy llena la Ricchieri". Luego de la respuesta afirmativa, el Boeing 737 de Aerolíneas Argentinas que traía al equipo nacional sobrevoló la autopista y dio una especie de vuelta olímpica en el cielo de Buenos Aires. Desde tierra, una multitud miraba la acrobacia y aplaudía. Arriba, el celeste del cielo servía como escenografía del show aéreo. Una hermosa metáfora del sentimiento que generó este equipo y que se percibió en su regreso, en cada segundo de vida, en cada lugarcito del país.El Boeing especialmente ploteado con la leyenda "Gracias Argentina" aterrizó a las 10.46 con el seleccionado subcampeón mundial en Brasil 2014 y fue recibido por autoridades de la terminal aérea. Enzo Pérez y Ezequiel Garay fueron los primeros jugadores en bajar por las escalinatas. El funcionamiento del aeropuerto era totalmente distinto, tanto que todos los empleados recibían al equipo nacional con cámaras y celulares para tomar el retrato que guardarán por siempre.El plantel dejó el aeropuerto Ministro Pistarini a bordo de un ómnibus especialmente acondicionado para la ocasión. Ahí comenzó la caravana hacia el predio de la AFA en Ezeiza. Se trató de un traslado a paso de hombre, ya que cada metro que avanzaba el vehículo recibía el saludo afectuoso de miles de hinchas que acompañaban su paso desde los costados de la autopista.Los jugadores entremezclaban sus emociones. Por un lado estaba la frustración por la derrota; por el otro, esa alegría que les recorría cada centímetro de su cuerpo por el cariño que recibían por parte de la gente. Por eso, los rostros de tristeza de la derrota trocaban por una sonrisa plena cuando leían mensajes como "¡Gracias!" o "Nos llenaron de orgullo", de las más de 15.000 personas que los recibieron, según Télam.Matías Ruiz, un estudiante de 17 años, resumía el pensamiento general: "Venimos a apoyar a la selección porque dieron todo por nosotros y se merecen nuestro apoyo. Lloramos un montón, pero igual fuimos a festejar, fue muy duro, un bajón". De fondo sonaban las canciones mundialistas que nos acompañaron este mes, pero una ganó posiciones por sobre otras: "Olé, olé, olé, cada día te quiero másSoy argentino, es un sentimiento/ no puedo parar...".Cuando llegaron al predio que posee la AFA en Ezeiza, los jugadores y cuerpo técnico del seleccionado...

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