También sabe luchar

ATENAS.- Tuvo que exprimirse mucho más y apretar los dientes como no lo había hecho en los dos partidos anteriores, cuando hizo de los dos triunfos un paseo. Estaba claro que más temprano que tarde iba a aparecer un rival que no le diera al seleccionado tantas licencias como los serbios y los tunecinos. Se cumplieron las previsiones de que Australia sería un obstáculo más complicado. Y resultó el más duro de la etapa clasificatoria. La Argentina sacó adelante el partido porque no le quitó el cuerpo a la lucha y porque mostró una pizca más de su fútbol que su adversario.

Fue el primer paso del seleccionado por Atenas, adonde desea volver para disputar las semifinales y la final, en la medida en que supere los cuartos de final programados para el sábado próximo en Patras. En el vistoso estadio Karaiskaki, que tiene un aspecto de escenario mundialista, el equipo de Bielsa cerró la clasificación con el puntaje ideal y la valla invicta. Ante los australianos se achicaron los márgenes de lucimiento y superioridad y sólo ganó 1 a 0.

El equipo dio los primeros síntomas de agotamiento y su juego se hizo más confuso, entrecortado, sin tanta asociación colectiva. Hasta aparecieron los pelotazos para ganar los metros que no se conseguían con el balón al ras del piso. De entrada, Australia demostró que no le iba a hacer sencilla la tarea. Pero el seleccionado frenó el entusiasmo de los oceánicos con un gol muy oportuno; fue en una buena combinación entre D´Alessandro, Lucho González y Rosales, en la que se cruzó el fallido quite de Sheriff-Cansdell y la pelota le quedó justa a D´Alessandro para que definiera con la parte exterior del pie izquierdo.

A partir del tanto hubo algunos pasajes interesantes de la Argentina, con detalles técnicos de Rosales, D´Alessandro y Lucho González que desnudaban la rusticidad de los defensores. Australia hizo del juego aéreo su principal fórmula de ataque, la cual le provocó no pocos sustos al seleccionado. Bielsa observó cierta fragilidad y no demoró en sacar a Delgado para incluir a Burdisso y armar una línea de cuatro, con Heinze en el lateral izquierdo, sector en el que el Kily González no aportaba mucho -fue...