Quién sabe

Londres.- El invierno es la estación más misteriosa. Bueno, no necesariamente: ninguna estación tiene la potestad sobre el misterio -o más tenuemente, el enigma-, pero el invierno, con su noche temprana, su vida puertas adentro y sus brumas tiende a volverlo más denso. Londres multiplica ese efecto. La mujer que mira por esa ventanilla empañada de gotas heladas, ¿qué mira? Acaso una escena callejera del atardecer (la luz indica crepúsculo de la mañana o de la tarde), aunque más posiblemente nada: son esos momentos en los que uno fija la mirada en un objeto exterior sin...