La ruta de la noche joven: previas, boliches y mucho gasto hasta bien entrada la madrugada en Pinamar

24 01 24

A partir de las 0 horas los jóvenes empiezan a copar distintos puntos de la ciudad de Pinamar. Hacen "la previa" en algún bar o espacio público y luego se van a bailar. Los menores que no pueden ingresar a los boliches se quedan cerca de la costa.

PINAMAR (Enviado especial).- Toda segunda quincena de enero, la temporada en este destino se caracteriza por la prolífica llegada de jóvenes. Y este año no fue la excepción, aún ante la crisis económica. Según estimaron fuentes de la Secretaría de Turismo local a LA NACION , alrededor de 30.000 chicos deambulan por la calles de la ciudad; la mayoría de ellos tienen un mismo objetivo, "disfrutar la noche".

Para los chicos de entre 16 y 23 años, la nocturnidad empieza cerca de las 22. Pero eso no implica salir todavía. Un gran cúmulo de jóvenes, con el incremento de los precios y la desvalorización del peso como excusa, optan por abaratar costos o ahorrar. Así, comen en los departamentos que alquilan antes que en restaurantes. Solo un pequeño puñado se inclina por salir. Y cuando lo hacen terminan en locales de comida rápida o hamburgueserías. Avenida del Mar, uno de los puntos de encuentro de los jóvenes en Pinamar

Así, a primera hora de la madrugada recorren la avenida Ingeniero Bunge, una de las principales de este destino, en la búsqueda de lugares donde tomar un trago. De entre todas las ofertas, una de las que se destaca es Morena Bar , que, noche tras noche, registra una gran afluencia de adolescentes. "Pinamar es el núcleo de la juventud. Y acá viene un gran número de ellos, a cualquier hora de la noche o la madrugada. Lo que más se pide son tragos con jugo ", detalla un empleado a este medio.

Luego, los jóvenes se dirigen hacia la rotonda de Avenida del Mar, punto medio entre los dos principales boliches de la ciudad. Pero no es tiempo todavía de ir a bailar. Antes, aprovechan para pasar por algún kiosco para comprar "provisiones" para una jornada larga. "La mayoría de los que vienen a este almacén compran chicles, agua, jugo o gaseosas, que usan para rebajar cualquier bebida alcohólica que estén tomando y luego continuar con la ‘fiesta’", señalan a LA NACION los encargados de un kiosco que rebalsa de chicos.

Concluida la "previa", los mayores de edad caminan taciturnos hacia los locales bailables de preferencia, mientras los más chicos se "adueñan" de la rotonda. El primer grupo puede optar por ir a Boutique , gerenciado por Víctor Stinfale , o a UFO Point . Entre los dos, en los...

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