Rusia profundiza su autoritarismo

E la que ha sido una de las manipulaciones políticas ciertamente más audaces de los últimos tiempos, Vladimir Putin acaba de asumir una vez más la presidencia de la Federación Rusa. En esta oportunidad, por dos períodos consecutivos de seis años, es decir hasta 2024, sin que nada ni nadie se lo impidiera.De esta manera -con una falsa imagen de proceder democrático y operando en un insólito enroque político con Dimitri Medvedev, quien fue hasta ayer presidente y es ahora primer ministro, como lo fuera el propio Putin, también hasta ayer- el ex agente de los servicios de inteligencia soviéticos se ha apoderado realmente del poder ruso.En una ceremonia de corte imperial, llevada a cabo con la brillante liturgia propia de la coronación del zar Alejandro II y en medio de un lujo extraordinario, Putin ha sido ungido otra vez como presidente.En las últimas elecciones, las sospechas de la existencia de fraude fueron realmente fuertes. Por ello, las reiteradas protestas callejeras de la oposición que denunciaron la falsificación de los resultados permitió a Putin y a su partido, Rusia Unida, seguir eternizándose con las manos en el timón de su país y con el fraude y el autoritarismo como instrumentos centrales de lo que luce como una falsificación política ostensible.Al tiempo de prestar el juramento de ley, Putin se comprometió formalmente a proteger los derechos humanos y las libertades de sus conciudadanos. Lo que parece todo un cinismo frente a la realidad rusa, totalmente alejada de la democracia y de sus principios, más allá de la retórica y a...

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