Sin rumbo: la izquierda busca ideas para volver a ilusionar a los europeos

MADRID.- El aún lloraba por el desastre electoral de Ed Miliband cuando Tony Blair resurgió desde el olvido como una voz de la conciencia envenenada. "La ruta a la cumbre discurre por el centro", escribió en un artículo publicado el domingo pasado.

El ex primer ministro, ícono de una izquierda amigable para los mercados, se lamentaba por la aparente intransigencia ideológica que empujó a Miliband al abismo, pero su mensaje fue un dedo en la llaga de toda la socialdemocracia europea.

Sin rumbo ni ideas claras, incapaz de ofrecer ilusiones a una población golpeada por siete años de crisis económica que agrietaron el Estado de bienestar, la izquierda pierde terreno en la mayoría de los países del continente.

Tanto los partidos curtidos en el manejo del poder como las fuerzas emergentes nacidas de la resistencia a las políticas de austeridad andan en busca de su alma. Enfrentan el dilema que hace 20 años vivió Blair cuando lanzó su Tercera Vía: ¿cuál es el balance adecuado entre mercado y justicia social; entre ideología y pragmatismo?

"Lo que les está pasando a los socialdemócratas europeos es que en general tienen un buen diagnóstico de los desequilibrios que generó la crisis, pero las soluciones que proponen alcanzan sólo a la parte de la sociedad que se siente más perjudicada. No consiguen dialogar con aquellos que tienen esperanza en el futuro y eso les pone un techo electoral bajo", opinó el politólogo José Ignacio Torreblanca, director de la oficina española del think tank European Council on Foreign Relations (ECFR).

La derrota de Miliband dejó a los laboristas a la intemperie, sin líder y humillados. Perdieron con David Cameron, un conservador que aplicó una receta draconiana a la economía del Reino Unido y sin embargo hizo campaña como "el candidato de la gente trabajadora".

En Francia, el socialismo gobernante sufrió hace un mes y medio una caída dramática en las elecciones departamentales. El PSOE español no logra afianzarse en la carrera para suceder al conservador Mariano Rajoy. Los indignados de Podemos se desinflan después del terremoto con el que irrumpieron el año pasado.

Tal vez les pase factura el espejo de la izquierda radical de Syriza, atrapada en el fango de su agria negociación de auxilio financiero con la Unión Europea (UE) después de haber arrasado en las elecciones griegas de enero.

En Alemania, la centroizquierda acompaña desde la impotencia a la gran coalición dominada por la conservadora Angela Merkel. Algo...

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