Con ruido y por los aires

La cita era en El Galpón de Guevara, un flamante teatro de Chacarita, montado donde hasta hace poco funcionaba un garaje. El motivo: la inauguración del espacio, con la presentación del work in progress de un espectáculo de teatro físico. "¿Teatro físico?", era la pregunta que muchos de los asistentes comenzaron a contestar con la referencia a ejemplos como Mayumaná y De la Guarda.Sin embargo, para disipar la duda, hubo que esperar a que terminara el fragmento de la obra Crash , dirigida por el coreógrafo francés Redha Benteifour. Es que el frenético ritmo de la exhibición no daba tiempo para detenerse a pensar qué era lo que se estaba mirando. Saltos, gritos, coreografías sincronizadas o individuales; aire, piso, elementos en escena; efectos especiales; tres músicos en vivo y once bailarines. Hasta el director aparecía al costado de la escena, marcando el ritmo y tocando el bajo; una conjunción de sensaciones que apabullaron primero y dieron lugar a la reflexión después, en un relato que pretende alejarse del teatro tradicional." Crash es como un encuentro emocional entre muchas personas y muestra cómo ellos pueden encontrar una fisura de sí mismos", definió Benteifour, en una entrevista con La Nacion, y relató que la idea de la obra nació en una visita al país, en la que participó de un proyecto de danza a beneficio en La Cava, donde se encontró con los bailarines Paula Robles y Gustavo Carrizo. "Después de conocerlos, me puse a trabajar con mi guionista, Leandro Chamorro, y tratamos de encontrar todas las palabras que la gente podía usar en su crash ", continuó diciendo el artista que nació en Argelia, se crió en Francia y se formó en diferentes lugares del mundo, dirigiendo ballets de distintas ciudades y trabajando incluso con artistas populares como Michael Jackson. Palabras en francés y en español se cuelan en su discurso en inglés, al igual que ocurre durante los ensayos de este grupo cosmopolita (integrado por cinco argentinos, tres franceses y dos italianas) y en los pocos textos que se dicen en la obra, que prefiere regirse por el lenguaje universal de la música y el baile.El título de la obra resume esa universalidad: una palabra surgida de una onomatopeya que no necesita traducción. "Después del crash , ¿seremos capaces de aceptarnos?", es el eje en el que se centra el espectáculo. Allí es donde el sentido de la palabra se vuelve complejo y relativo. "El público va a...

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