Rubén Blades: una vida de película que llega a la pantalla sin concesiones

El documental Yo no me llamo Rubén Blades puede verse en cines y desde hoy también está disponible en HBO GO y Flow

No caben dudas: la vida de Rubén Blades es de película. En cincuenta años de exitosa carrera artística este gran músico panameño escribió más de doscientas canciones, grabó cuatro decenas de discos, ganó diecisiete premios Grammy y se convirtió en un referente ineludible de la salsa. También trabajó como actor en Hollywood, estudió Derecho en Harvard y se postuló a presidente de su país.

Todas esas vivencias están reflejadas -con mayor o menor despliegue, según el caso- en Yo no me llamo Rubén Blades , el documental de su compatriota Abner Benaim que sigue en cartel en los cines y desde hoy en HBO GO y Flow.

Exhibido en varios festivales (entre otros, el de Cine Latino Nueva York, la ciudad en la que Blades ha pasado buena parte de su vida, y el de Cine y Música del South By Southwest (SXSW), en Austin (Texas), donde se llevó el Premio del Público), el film está armado sobre la base de declaraciones del propio protagonista y testimonios de artistas de renombre que lo conocen a la perfección, como Sting, Paul Simon, Residente, Gilberto Santa Rosa, Danilo Pérez y Junot Díaz. Hace poco Blades dijo que esperará a cumplir 75 años para verlo (hoy tiene 70). "Ya no soy capaz de soportarme viéndome a mí mismo durante una hora y media -aclaró-. Tampoco me metí mientras Abner lo filmaba. No quise opinar. El objetivo de la película no es que me agrade a mí. No me gusta inmiscuirme en el trabajo de los otros".

Benaim ya era fan de Blades antes de conocerlo. En 2009 terminó su ópera prima, Chance (2009), una ficción que batió récords de audiencia, con más de 140.000 espectadores en salas panameñas, y quiso mostrársela al músico, que en ese momento era ministro de Turismo de Panamá. Blades aceptó y lo invitó a su casa. Cuando se encontraron, el cantante, fiel a su estirpe de gran conversador, le contó jugosos detalles de su vida y su carrera. Benaim se dio cuenta muy rápido de que todas esas historias merecían tomar estado público. Diez años después de aquella primera cita, la película es un hecho. Y más allá de los datos interesantes de la extensa trayectoria de Blades, también se mete con un espeso asunto familiar: el de Joseph Verne, un hijo de 39 años que el artista no reconoció durante mucho tiempo. Recién en 2014, luego de la evidencia que aportó un test de ADN, Blades aceptó ser el padre de Joseph. "No necesito ver la película para...

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