Rosberg, el alemán que se niega a desacelerar

Un golpe de escena, eso necesitaba Nico Rosberg para reforzar sus aspiraciones al título. Y lo hizo en Monza, un circuito que nunca lo había visto vencedor, y después de relegar a Lewis Hamilton, su compañero de equipo, actual defensor de la corona y quien largó desde el mejor cajón de la grilla. Sebastian Vettel (Ferrari) completó el podio, entregándole una pequeña caricia a los tifosi que alentaron a la marca italiana.

La pelea entre los pilotos de Mercedes por la corona no da tregua. Porque cuando Hamilton asomaba para enterrar las pretensiones de Rosberg, que inició la temporada con cuatro triunfos, el británico, después de revertir aquella tendencia, insospechadamente se equivocó: una pésima largada -pasó del primer puesto al sexto lugar- le abrió la puerta de la victoria a Rosberg, que volvió a entrar en una serie positiva, ya que venía de celebrar en el Gran Premio de Bélgica, hace apenas una semana. Ahora son apenas dos los puntos que los separan -250 a 248-, cuando restan siete carreras para la finalización de la temporada. El juego está abierto.

Con 31 años, Rosberg no está dispuesto a ceder...