Rosario fue una zona clave para la triangulación del contrabando de armas

Durante tres años se registraron numerosos mensajes entre Román Ragusa y Eduardo Ramírez Cantero, un ciudadano paraguayo conocido como Matungo. En esos chats quedó expuesta la relación "comercial" entre ambos. El negocio era la compraventa de fusiles y municiones. El armamento, se sospecha, terminaba en poder de organizaciones criminales de Brasil y Paraguay. El contrabando de las armas y el pago del "servicio" se hacían por intermedio de choferes de ómnibus de larga distancia que unían Asunción con Rosario y Buenos Aires. Así surge de una resolución del juez en lo penal económico Pablo Yadarola, quien procesó a 19 sospechosos por los delitos de asociación ilícita y contrabando ilegal de armas.Los mensajes de WhatsApp se descubrieron tras el peritaje realizado al teléfono celular de Román Ragusa, de 55 años. En esas conversaciones se mencionaba como "piloto" al chofer del ómnibus que llevaba las armas hacia Paraguay y que utilizaba los viajes a la Argentina para regresar con el pago. "El piloto viaja el domingo y lleva la plata para los seis pendientes. Luego me pasás el número del secretario", escribió en uno de los mensajes Ramírez Cantero. Ragusa le respondió: "Oki. Veo si consigo acá los cargadores". Para el juez Yadarola, según surge del expediente, en esos chats queda expuesto cómo funcionaban los engranajes de la banda. Los mensajes dejan "en evidencia los modus operandi para el envío de armamento con destino a Paraguay. Cuando Ramírez Cantero menciona a los pilotos estaría haciendo referencia a choferes de empresa de transporte de pasajeros encargados de llevar el dinero para el pago de las armas y a su retorno el ingreso de armamento, haciendo ambos también mención al 'secre', quien sería una tercera persona, encargada de llevar las armas a los choferes una vez arribados estos a la provincia de Buenos Aires", explicó el magistrado en el auto de procesamiento de los 19 imputados.El origen de la causaLa causa comenzó el 17 de octubre pasado cuando la División Sumarios de Prevención de la Dirección General de Aduanas (DGA), de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), puso en conocimiento del magistrado un pedido de "envío controlado" realizado por la División Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional de la Embajada de los Estados Unidos en la Argentina. En el escrito se informaba que cinco días antes, la oficina Miami de Homeland Security Investigations (HSI) había interceptado un paquete que contenía 100...

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