Ropa interior para hombres con el bambú como materia prima

Angel Ferrari es un emprendedor particular. En su historia, la empresa propia llegó al cabo de una extensa trayectoria: comenzó hace seis años, a los 60, cuando de forma inesperada quedó fuera del mercado laboral. No seducía a empleadores pese a su larga experiencia en la industria textil, primero en una firma de origen alemán y luego como director regional de una importante fábrica local. La edad y una complicada operación dificultaron las cosas por un tiempo. Hizo asesorías y se ocupó de detectar falsificadores de grandes marcas, hasta que ideó una solución basada en su carrera, su capital más valioso.En la nueva etapa, continuó con el rubro que más conocía: la lencería. Y enfocó la producción al sexo masculino."No veía un nicho en el textil de la moda. Lo encontré, en cambio, en la ropa interior masculina, porque en los últimos tiempos cambió la forma en la que el hombre elige. Antes, dependía de las mujeres y era menos específico, pero hoy nosotros hacemos la elección y hay una oferta diferente", dice Angel, recibido en su juventud de economista en la UBA.Llamó a la marca Move, y puso en marcha la fabricación de bóxers, slips y camisetas en un taller ubicado en Flores y otro sobre Lavalle, en el barrio de Congreso. Arriesgó en su proyecto unos 20.000 dólares ahorrados, que alcanzaron para adquirir algunas máquinas y sostener las primeras tandas de mercadería. El valor agregado de las prendas era el uso de algodón de 40 deniers (unidad de medida para las fibras), "más fino que lo que se ofrece en ese mercado", explica. Los contactos acumulados en largos años de trabajo le sirvieron para comenzar a desparramar su producción por el país.Pasión textilLa cronología tiene un punto de quiebre. Hasta aquí llega la primera parte. Angel sintetiza los dos primeros años para detenerse en el segundo tramo de la historia, en la que su pasión de textil impregna el relato. Conoció el bambú en un viaje a Hong Kong, y quedó fascinado. Volvió, experimentó y lo implementó. "Había otros fabricantes de lencería de algodón; en cambio, nadie ofrecía productos elaborados con fibras de bambú", cuenta Angel.La...