Si se rompe la Justicia, se rompe la democracia

Cristina Fern‡ndez de Kirchner

No eran muchos, pero gritaron más fuerte. Entonces, Poncio Pilatos liberó a Barrabás y mandó a crucificar a Jesús.

Así de simple: no se trataba de tener la razón, sino de hacer más ruido. Era una minoría, pero intensa y vociferante que hizo prevalecer la justicia de la estridencia. Un tribunal popular que supo imponer su fallo militante.

Salto en el tiempo. La Habana, año 1959. La revolución castrista juzga a personeros del régimen caído ante una multitud que pide a los gritos "¡al paredón!" para algunos de los personajes claves defenestrados. Las sentencias a muerte por fusilamiento tenían lugar en la Fortaleza de La Cabaña. Faltaba mucho para que la izquierda usara a su favor el filón de los derechos humanos.

Se vuelve muy peligrosa -e injusta- la Justicia si queda en manos de emociones colectivas manipuladas por intereses políticos.

Hay dos líneas que mientras marchen en paralelo y a cierta distancia entre sí no ponen en riesgo a nadie. Ellas son las del Relato y la Justicia. La primera refiere a cómo un movimiento político, y sus principales figuras partidarias, buscan deificarse ante la sociedad, por medio de consignas y épicas variadas que buscan la adhesión y la fidelidad de sus simpatizantes. La segunda tiene que ver con la recopilación de pruebas y testimonios que, bien contrastados y corroborados, permitan llegar a conclusiones certeras, y lo más precisas posibles, para esclarecer un conflicto determinado y proceder, al término de ese proceso, a absolver o condenar a los implicados en él.

El Relato puede partir de hechos objetivos de la realidad, pero su característica principal es que los hace tomar un vuelo ensoñador que a veces llega al fanatismo. Su esencia es emotiva y fantasiosa.

La Justicia, al revés, debe ser fría, puntual y no dispersa. Solo se permite avanzar por carriles muy estrechos, sopesando muy cuidadosamente los elementos que van construyendo un expediente.

Cuando estas dos líneas se cruzan se produce el cortocircuito. Y si se insiste por ese camino, para seguir usando la misma metáfora, se corre el peligro de hacer saltar toda la instalación eléctrica.

Traducido al lenguaje político significa que el sistema democrático argentino está en peligro. La democracia no solo consiste en que cada presidente cumpla su mandato sin interrupciones, sino que los tres poderes del Estado sean respetados y trabajen tranquilos sin interferirse entre sí. No estaría pasando en la Argentina.

Las...

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