El rol insustituible de la ciudadanía en acción

Un inmueble vandalizado por un ataque por reivindicaciones de mapuches en el paraje Los Repollos, al norte de El Bolsón

La decisión del gobierno de dar marcha atrás con la resolución de la Dirección de Parques Nacionales que declaraba al volcán Lanín, en Neuquén, sitio sagrado mapuche, con todas las implicancias futuras de esa decisión, confirma lo que muestra la experiencia reciente en nuestro país. Está surgiendo de la crisis una ciudadanía en acción, poniendo límites a un gobierno que utiliza el "relato" y la manipulación como herramienta de poder.

El hecho de un gobierno otorgando prerrogativas sobre territorios a una comunidad étnica que ni siquiera es originaria de la Argentina, y que aboga permanentemente por la llamada "soberanía mapuche", con pretensiones irracionales sobre el territorio nacional y con desprecio hacia los símbolos patrios, despertó todas las alarmas y el repudio de amplios sectores de la sociedad. Los dirigentes políticos más lúcidos acompañaron el reclamo ciudadano.

Es que son bien conocidos los continuos actos de violencia que caracterizan a estos grupos, que cuentan con el asesoramiento de elementos subversivos del pasado, que tanto daño han causado en las épocas más infames de la Argentina. Tales elementos nunca superaron la derrota armada y siguen pretendiendo saciar su resentimiento y violencia. Aunque el tiempo se les ha venido encima, no descansan y generar conflictos que apuntan a diluir los aspectos más esenciales del interés nacional permanente: la soberanía y la integridad territorial. Un escenario patético para este siglo sólo posible por la debilidad, indolencia y hasta connivencia de funcionarios de gobierno que no cuentan con la visión estratégica, ni la capacidad de hacer lo correcto, ni el amor por esta nación.

En una mezcla de ideología e intereses económicos, la pretensión final es la disolución territorial y la creación de un estado mapuche. Nótese que la Patagonia, ámbito donde operan estos grupos cuenta con riquezas enormes en términos de hidrocarburos y minería, más allá de las reconocidas bellezas naturales y el turismo. Todo esto hace a la zona altamente codiciada.

Como una vez en la Argentina se negociaron prebendas bajo el paraguas de los derechos humanos, sobre la base de falacias y falta de ecuanimidad, hoy se pretende lo mismo levantando la bandera de los derechos de los pueblos originarios. Tiene que ver con una interpretación arbitraria del artículo 75, de la Constitución Nacional...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR