Rock (tormenta) y delirio

Los meteorólogos se relamían anteayer a la mañana anunciando la tormenta por venir y, ya saben, tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. En medio del set de Arctic Monkeys, la lluvia se asomó sobre el estadio de River y, como suele suceder cada vez que deja su marca en un show al aire libre, tiñó de épica el resto de la presentación del cuarteto inglés y buena parte de la segunda presentación de Foo Fighters.Por la tarde, cuando el sol calentaba el césped del Monumental, se presentaron Cage the Elephant -la grata sorpresa del Quilmes Rock 2012- y Joan Jett and the Blackhearts. Luego, y ya con el cielo plomizo, tomaron el escenario TV on the Radio primero y, más tarde, unos Arctic Monkeys ajustadísimos y mucho más maduros que en 2007, cuando tocaron en el Luna Park con apenas dos discos en su haber, Whatever People Say I Am, That's What I'm Not y Favourite Worst Nightmare .Con más público que en la jornada inaugural del Quilmes Rock -cerca de 40 mil contra 25 mil del martes- Alex Turner, de rigurosa campera de cuero y los suyos salieron a paso seguro y taparon rápidamente los gritos del público con "Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair", primer tema de la lista y una de las canciones de su excelente último disco, Suck I t and See.Como le sucedió a MGMT el martes, el sonido de los Monkeys no luciría con la misma potencia que sí tendría más tarde el plato más fuerte de la noche, Foo Fighters. Encima, el rebote en el...