River logró una tibia alegría en el invierno

Iban 10 minutos del segundo capítulo. No pasaba nada, verdaderamente. Tan pálido el espectáculo, que el público millonario le imprimió algo de calor. Fuego desde las gradas para el frío del césped: "Movete River movete, movete dejá de joder..." . Primero, el murmullo. Una, dos, tres veces. Luego, el canto de batalla. La gente se cansó, el equipo no se daba cuenta todavía. Que es la segunda fecha, luego del tropezón contra Gimnasia LP por 1 a 0. Que está en el Monumental, en su casa, cuna de su rica leyenda. Que juega contra Rosario Central, una noble formación, aunque apenas recién ascendida. Que, si no patea al arco, difícilmente haga un gol. Mucho menos, que gane.No reacciona River. No reacciona durante el primer tiempo, sin peso ofensivo, con el pibe Simeone abatido entre los zagueros Alejandro Donatti y Franco Peppino, hábiles para la destrucción. Fabbro se presenta con intermitencias, unas cuantas pelotas perdidas y el silencio cómplice general, y Lanzini sigue siendo Lanzini: una bien, dos mal. Apurado, vertiginoso, juega a lo que quiere su adversario: presionado casi al límite de la angustia.Nervioso y dócil, River juega en su propia trampa. Los contraataques de Central resultan más peligrosos que los trabajosos avances millonarios. Los pelotazos no son el camino del ataque y, atrás, hasta Balanta se marea con un par de errores y un par de agresiones. Todo eso, durante toda la primera mitad, acompañado con la esperanza del aliento. Hasta esos primeros diez minutos de la segunda parte. Casi convierte Simeone, pero el desarrollo no se modifica: River sigue jugando tan mal como acostumbra. Lo que se transforma es el humor popular: la platea es un polvorín.El pibe Andrada (el gran artillero de las inferiores) por el Malevo Ferreyra y el Lobo Ledesma en lugar de Mercado prometen algo más de compromiso ofensivo. Central, mientras, sigue muy tranquilo. Por cómo está el desarrollo, por cómo está su adversario. Juega con confianza, sin desesperación. Sereno, casi despreocupado.Hasta que se presenta un envío...

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