River se enredó en el bosque

LA PLATA.- Se enredó en el bosque. Tuvo el apetito, la ambición y hasta mereció un poco más que el rival, pero desperdició un tiempo, el primero, y recién fue avasallante cuando Gimnasia y Esgrima La Plata sufrió la expulsión del capitán Goux. Además, el arquero Monetti, la figura, tuvo reacción y reflejos para ahogar un par de acciones que tenían un claro destino de gol, casualmente una virtud que enseñaron en los últimos encuentros los millonarios. River empató 0 a 0 con el Lobo y el sueño de ser puntero sólo se transformará en realidad si mañana el líder Instituto no suma en su visita a Desamparados, en San Juan.Un desarrollo complejo, como lo habían prometido desde el búnker platense, se le presentó a River. Con presión de sus volantes, impidiendo que Chori Domínguez se hiciera dueño de la pelota junto con Ponzio, un futbolista inteligente, que con despliegue y presencia marca el territorio y es un eslabón imprescindible para la elaboración del juego, Gimnasia le embarulló el desarrolló. Tibio, sin reacción, desdibujados quienes tenían que sorprender por los laterales, la actuación del equipo de Almeyda era demasiado frágil y no invitaba a esperanzarse. Fueron 25 minutos en los que el terreno y la pelota, aunque no siempre la utilizó de la mejor manera, fueron propiedad de Gimnasia, que apostaba a las jugadas de pelota parada para inquietar. Apenas comenzó el encuentro, Goux avisó que ése sería el camino para lastimar, aunque el árbitro asistente Adrián Pérsico invalidó la jugada de gol, por posición adelantada del rudimentario zaguero, que fue expulsado por una fuerte falta sobre Aguirre, en el segundo tiempo.Sin fuerza para equilibrar, el juego físico que proponía el adversario era una molestia para River. Eran tan flojo lo del club de Núñez que Pouso, que en 10 minutos le cometió tres infracciones a Domínguez, su marca personal, empezó a desentenderse, lo que alivió la situación del árbitro Toia, que manejó el encuentro con un reglamento particular.Pero como sucedió hace una semana frente a Deportivo Merlo, una aparición de Trezeguet, que con un simple movimiento se desmarcó, enseñó el poder de fuego de River. Esta vez, el delantero, midió mal el remate y el cabezazo, tras un envío desde la derecha de un desordenado Sánchez, se escapó junto al poste. La advertencia fue un impacto para el ánimo de Gimnasia, que entendió que el mínimo descuido equivaldría a sellar su suerte en la persecución por el cuarto puesto, por un lugar en la Promoción.El...

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