El riesgo de reducir todo en un drop

El try de González Amorosino contra Escocia fue genial y permitió que éste ya sea un gran Mundial para la Argentina, sin esperar lo que ocurra con los All Blacks. Ocho minutos después de esa jugada, Dan Parks erró un drop que podía haber cambiado la historia. La dedicatoria de Felipe Contepomi apenas terminado el partido tenía su carga de revancha: "Para mucha gente que no creía en nosotros, especialmente en la Argentina", se desahogó.Lo que debemos preguntarnos es, ¿si aquel drop de Parks hubiera entrado, nuestra percepción sobre los Pumas debería haber cambiado? Seguro que no. El espíritu Puma luchando ante múltiples adversidades es conmovedor en el triunfo y en la derrota. Pero resulta muy cómodo decir todo esto con el resultado puesto.Lo que para nadie puede ser fácil ni cómodo es explicar cómo durante cuatro años el equipo no logró una línea de juego clara. Es más, podemos preguntarnos, ¿la tiene hoy, ya clasificado para los cuartos de final del Mundial? El triunfo ante los escoceses no le borrará a nadie la sensación de incertidumbre que se vivió por un recambio demorado, un calendario internacional acotado y esos coletazos internos por roces dirigenciales que jamás faltan.¿Hay culpables del mal juego argentino en el ciclo Phelan? A primera vista, no. Los procesos de armado de equipos necesitan una estructura que la Argentina no tiene todavía. Decirlo...