El riesgo de 'profundizar el modelo'

Tanto la presidenta Cristina Fernández de Kirchner como funcionarios cercanos suelen referirse al respaldo recibido en las primarias abiertas como un apoyo a la "profundización del modelo". Deliberadamente, nadie atina a explicar con suficiente claridad en qué consiste ese "modelo" y qué implicaría su "profundización".Desde el punto de vista económico, podría señalarse que la era kirchnerista iniciada en 2003 no tuvo un único modelo. Los primeros años de Néstor Kirchner al frente del Poder Ejecutivo Nacional se caracterizaron por un tipo de cambio alto, superávits gemelos (fiscal y comercial) e inflación baja. Pero los últimos años, que coinciden con la actual gestión presidencial, fueron testigos de un creciente atraso cambiario que le restó competitividad internacional a la Argentina; una elevada tasa de inflación, derivada en buena parte de un proceso de expansión monetaria; una caída del superávit comercial, que no fue menor aún por las restricciones a las importaciones, y de un déficit fiscal sólo disimulado por aportes del Banco Central y de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).Cabe preguntarse de cuál de los dos modelos se está hablando cuando se habla de profundizar lo actuado.La certidumbre electoral, derivada de la contundencia de los resultados de las primarias abiertas del 14 de agosto, no ha podido despejar la cada vez mayor incertidumbre económica que exhibe la Argentina.Distintos sectores empresariales y operadores económicos se preguntan si la proclamada profundización del modelo implicará una "radicalización" hacia el populismo garantizada por la posibilidad de "apropiarse de factores de renta importante", como propuso no hace mucho el viceministro de Economía, Roberto Feletti, quien encabeza la lista de candidatos a diputado nacional por el Frente para la Victoria porteño.Si se buscan rasgos que caractericen el llamado modelo, debe observarse que entre las razones para la elección del ministro de Economía, Amado Boudou, como compañero de fórmula de la Presidenta, se aduce su autoría en la estatización de los fondos de jubilaciones en 2008 y, según la propia mandataria, su coraje para enfrentar a las grandes corporaciones económicas. Cuando la consecuencia de esa reforma previsional sea un sistema quebrado y dependiente de un Estado insolvente, y caiga su quebranto sobre las espaldas de los futuros jubilados, ya no estarán sus autores e inspiradores para rendir cuentas. Ya no podrá la Anses ignorar los fallos de la...

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