El riesgo Kicillof

Kicillof, Alberto Fernández y Sergio Massa

Alberto Fernández está consiguiendo lo que se propuso. Ganar tiempo para llegar al final de su gobierno sin que sea intervenido por Cristina y tener un rol relevante en la definición de candidaturas en el Frente de Todos. La vicepresidenta contribuyó involuntariamente al éxito de este programa con su renunciamiento a postularse. Desde entonces el kirchnerismo quedó relativizado como factor de poder. Es probable que el Presidente haya dado otro paso para cumplir esa meta con la mesa reunida anoche en la sede del PJ.

Wado de Pedro encabezó la delegación enviada por la vicepresidenta para que se resuelva su aparente proscripción. Es decir: que el resto del oficialismo le pida revisar esa decisión y le resulte conveniente rectificarse. De Pedro necesitó antes rehabilitarse con Fernández. Funcionarios nacionales insisten en las dificultades que halló para conseguir la audiencia que venía solicitando desde que trascendió la posibilidad de abandonar el gabinete.

El ministro del Interior aceptó con disgusto esa versión. Comunicó oficialmente el encuentro del sábado pasado casi al filo de la medianoche del domingo. Fernández habría instado a De Pedro a "caminar" por su candidatura presidencial y le advirtió que no desistiría de la suya a menos que "me traigan un candidato que mida". Gustavo Silvestre reveló este martes en Radio 10 el inminente lanzamiento de Daniel Scioli como candidato presidencial que confirman desde Brasil algunos colaboradores del embajador.

Scioli había regresado a Buenos Aires para ser ministro de Producción. Sergio Massa suprimió esa cartera y absorbió sus funciones al asumir como titular del Palacio de Hacienda. Scioli le dijo a sus íntimos en la ciudad que su candidatura dependía de un diálogo previo con Cristina y Fernández. Si se produce su aparición en la escena electoral supondría que el Presidente declina su reelección. Le quitaría un argumento a sus detractores en la mesa de anoche. Pero también desmentiría lo que le transmite a su entorno. La convicción de que Massa no se presentará a las elecciones. Experto en el arte del ilusionismo, el ministro de Economía se muestra sorprendido frente a la reacción positiva de sectores empresarios con su gestión. En algunos casos, hasta arrepentidos de la adhesión al apodo de "ventajita" con el que lo apostrofó Mauricio Macri.

Un cambio de impresión que tal vez condense el temor por la dimensión de la crisis y los riesgos de una...

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