Del retrato de Andy Warhol a una Barbie vieja, la historia de un largo affaire entre la muñeca y el arte

"Wave", una ola gigantesca hecha de tres mil muñecas presentada en 2015 en las playas de Sídney como manifiesto anticonsumo

En 2014 el martillo de Christie’s Londres bajó para subastar en casi un millón de dólares (722.500 libras) la serigrafía Retrato de Billy Boy* firmada por Andy Warhol en el reverso de la obra de 40 x 40 cm como "BARBIE Andy Warhol 86″. El rey del pop art abría en sus últimos pasos ( moriría un año después) una puerta más de lo representable en el arte: si a principios de los 60, sobre un fondo inspirado en la iconografía ortodoxa rusa, había sustituido las figuras religiosas, las de la realeza y la alta burguesía por los íconos de la celebridad y el consumo de masas (de Marilyn a la sopa Campbell y de Elvis a la botella de Coca-Cola) ahora también la figura de una muñeca podía ocupar el sitio del arte . Pero no cualquier muñeca sino Barbie , que casi diez años después de aquel remate, con el estreno de una nueva película, parece haberle insuflado vida a las salas de cine tras haber vendido más de un billón de unidades en todo el mundo desde que comenzó a fabricarse en 1959.

La identificación de Barbie con la estética de Warhol fue inmediata. Tal que, en 2015, Mattel fabricó una edición limitada llamada Warhol Barbie Doll en la que la muñeca capturaba la androginia del artista y era vestida en su reconocible estilo Factory (su bunker en el Low East Side de Nueva York) de fines de los 60: campera de cuero negro con cierre relámpago, pantalones bombilla, remera a rayas blancas y negras y anteojos Rayban negros. El pelo corto y, of course , casi albino. El sueño americano en loop : un hijo de inmigrantes checo de un suburbio de Pensylvannia era inmortalizado como una variante de la muñeca más vendida de la historia que él mismo había sumado antes a su galería de la celebridad.

El estreno de la película protagonizada por Margot Robbie (que hizo antes de Sharon Tate para Tarantino) reavivó las relaciones entre el arte contemporáneo y la muñeca-ícono de la cultura de masas del siglo XX. En una nota publicada sobre el estreno de la película el sitio Hyperallergic recuerda que el uso de la Barbie en el arte contemporáneo no siempre fue celebrado por los de Mattel . La compañía le inició un juicio en 1999 al artista estadounidense Tom Forsythe por el uso de la muñeca en su serie de 78 fotografías Food Chain Barbie , donde la disponía en enchiladas y otras delicias de la cocina tex-mex para alertar sobre el "consumismo insensato"...

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