Una restricción que no muchos respetan

Una simple recorrida durante un día hábil cualquiera alcanza para constatar que los carriles exclusivos para colectivos y taxis en avenidas porteñas son permanentemente invadidos por otro tipo de vehículos. Autos particulares, motos y hasta bicicletas se infiltran en las vías preferenciales establecidas para el transporte público.LA NACION fue testigo de cómo ocurren estas infracciones, que si bien no son masivas, son frecuentes en los carriles con prioridad para colectivos y taxis sobre las avenidas Santa Fe, Pueyrredón, Entre Ríos, Callao y Córdoba. También resulta habitual que los taxis vacíos, que no pueden emplear las vías de prioridad en las horas pico, lo hagan a paso de hombre y dificulten el objetivo primordial de la medida: disminuir los tiempos de viaje.Como contrapartida a la gran cantidad de violaciones a la norma, LA NACION advirtió una casi nula presencia de agentes de tránsito porteño para verificar que se respeten las vías exclusivas y...