Un respaldo al histórico reclamo de los palestinos

La decisión del gobierno argentino de reconocer a Palestina como Estado soberano llega en momentos en que palestinos e israelíes han vuelto a dejar en punto muerto el proceso de paz, a pesar de los esfuerzos del gobierno de Barack Obama, que intentó relanzar las negociaciones con una cumbre en septiembre pasado.La aceptación argentina de Palestina como Estado libre e independiente se suma al reconocimiento que el viernes ya había anunciado Brasil y que el año próximo formalizará Uruguay. De esta manera, los países sudamericanos pasan a engrosar la lista de más de un centenar de naciones que ya han dado la bienvenida a Palestina a la comunidad internacional, entre ellas China, Rusia, la India, todos los países musulmanes, y la mayor parte de los continentes africano y asiático. Otros, como Estados Unidos, las potencias europeas y Japón, sin reconocerla formalmente, le confieren un estatus diplomático especial.Desde 1993, cuando palestinos e israelíes firmaron la Declaración de Principios sobre un Gobierno Autónomo Provisional Palestino, conocida también como Acuerdos de Oslo, los comunicados oficiales de las cancillerías lentamente fueron fortaleciendo la aspiración histórica de ese pueblo de alcanzar su independencia y soberanía sobre un territorio.Un objetivo que se edificó sobre la reconstrucción de la confianza entre los dirigentes israelíes y los de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que agrupa a los movimientos políticos palestinos y que en 1988 renunció a su objetivo de "destruir a Israel" para luego reconocerlo, siempre con el liderazgo monolítico -hasta entonces- de Yasser Arafat. Hasta entonces, habían pasado tres guerras en las que se enfrentaron los países árabes con Israel, que en esos conflictos tomó territorios palestinos, egipcios y sirios, e incontables ataques terroristas contra los intereses y las vidas de israelíes.Las tensas relaciones entre la Autoridad Nacional Palestina (ANP) e Israel debieron sortear más obstáculos, como el asesinato del líder israelí Yitzhak Rabin, en 1995; una segunda Intifada o levantamiento palestino, en 2000 (la primera había estallado en 1987), y nuevos ataques suicidas del partido islamista palestino Hamas, un...