Sin reservas, el Central ajustó más el cepo importador

La crisis de las reservas entró en fase terminal. Así lo dejó a la vista el Banco Central (BCRA), al aplicar ayer otro drástico recorte al cupo de divisas autorizado para el pago automático de importaciones, que cayó de 75.000 a 50.000 dólares por operación y por día. El nuevo límite quedó fijado en un mínimo que representa la décima parte del nivel que por mayor cantidad de tiempo tuvo el cepo en sus cuatro años de vida.

Éste es el segundo ajuste que se aplica a ese tope en menos de un mes. El 27 de octubre, el BCRA lo había podado de US$ 150.000 (el valor que regía desde septiembre de 2014) a US$ 75.000. Pero como las cuentas no cierran, el presidente del organismo, Alejandro Vanoli, se vio forzado a rebajarlo más ayer y se lo comunicó a los importadores por mensaje de WhatsApp.

La cuotificación extrema es un intento desesperado de dosificar una sangría que, sólo en las últimas dos semanas, le hizo perder al BCRA US$ 1200 millones de las reservas por sus intervenciones en el mercado.

Vanoli procura acotar así el riesgo de que ese faltante llegue a un punto tal que obligue al Gobierno a hacer lo único que últimamente buscó evitar: ser quien aplique una nueva devaluación del peso.

La administración de Cristina Kirchner lleva 22 meses (tras el ajuste del dólar convalidado a fines de enero de 2014) esforzándose por dejarle esa tarea a quien la suceda, al punto de que no dudó en lanzar un nuevo ajuste en la economía, con tal de lograrlo.

El nuevo recorte al cupo tomó estatus oficial poco antes del mediodía, cuando el mercado ya era un hervidero porque quienes habían concurrido a primera hora a los bancos con declaraciones juradas de importación (DJAI) ya aprobadas, y por hasta US$ 75.000, se encontraron con que no les vendían los dólares para hacer el pago sin esgrimir siquiera motivo alguno y sin que, como fue común otras veces. les sugirieran fechas alternativas para cursar la operación.

Finalmente apareció la explicación oficial que, como ya se hizo norma últimamente, llegó a la mesa de operaciones de los bancos por WhatsApp.

Un rato más tarde la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) se encargó de divulgar un nuevo alerta sobre la determinación oficial entre sus afiliados. "Esto no hace más que sumar más y más empresas a la legión de las que tienen problemas para girar divisas aunque cumplan con toda la normativa", dijo, casi resignado, su presidente, Diego Pérez Santisteban.

Para Miguel Ponce, director de la Fundación...

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