Represión en Nicaragua

Con otros 12 países de la región, el gobierno argentino acaba de condenar sin atenuantes la represión, que resultó mortal, puesta en marcha por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa, Raquel Murillo, con la que ambos procuran suprimir las insistentes protestas sociales que, desde hace ya tres meses, conmueven a su país.Aferrado al poder, el autoritario Ortega se niega a llamar a las elecciones nacionales libres que su pueblo reclama. En cambio, lo reprime, tanto con las fuerzas de seguridad como con sus deplorables bandas armadas, con las que castiga a quienes, en su mayoría estudiantes, arriesgan sus vidas al manifestarse contra su aberrante intención de eternizarse en el poder y contra la extendida corrupción que hoy castiga a Nicaragua.Los derechos humanos son ignorados y las libertades civiles y políticas, cercenadas por el gobierno de Ortega. Su accionar no tiene límites y preocupa y avergüenza a la región.La Conferencia Episcopal local, que también es objeto de ataques e intimidaciones de todo orden por parte del gobierno, continúa encomiablemente su esforzada y valiente labor en busca de alcanzar la paz que...