La Repregunta. David Altman. 'Chile logró éxitos por una conducta fiscal impecable en gobiernos de derecha e izquierda'

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"Todavía no hay una derrota contundente de la derecha ni una victoria contundente de la izquierda", analiza. "Este proceso constitucional se podría leer como latinoamericanización pero también como ajuste chileno al modelo chileno", matiza. "El éxito del modelo chileno generó nuevos dramas en Chile", sostiene. "Uno de los problemas es que no prestó atención a mínimos de protección entre todos".

Desde Santiago de Chile, el politólogo David Altman , profesor de Ciencia Política en la Pontificia Universidad Católica de Chile , director del Instituto de Ciencia Política de esa universidad, estuvo en La Repregunta para analizar temas claves del camino de reforma constitucional iniciado en Chile después del estallido social de 2019. ¿El fin del oasis macroeconómico latinoamericano y el rumbo a una patria socialista? ¿Cómo se alcanzan consensos? ¿Cómo se transforma una sociedad para saldar sus deudas sociales? Las élites versus la ciudadanía.

Altman, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos, es un respetadísimo experto en calidad de las democracias y en participación ciudadana.

-Hubo grandes novedades con los resultados de la elección de constituyentes, en este camino hacia la reforma de la Constitución en Chile. Quedó arrinconada la política tradicional, la derecha y la centro izquierda que alguna vez formó la Concertación hasta 2013, y avanzaron las izquierdas y los independientes. ¿Sorprendió ese triunfo? ¿Qué significa?

-Sí, sorprendió la magnitud del cambio, del temblor basal que hubo en la gran foto de los resultados . Particularmente sorprendió la muy mala performance de la derecha, del bloque gobernante. Pero así como le fue mal a la coalición que tiene sobre sus espaldas al bloque gobernante bastante peor le fue a la ex Concertación , que quedó en cuarto lugar mirándolo a nivel de coaliciones. Entre la coalición de derecha o centro derecha del gobierno y la Concertación, vemos dos grupos razonablemente nuevos, uno conocido como la lista del "Apruebo con dignidad" que está constituida por dos columnas, el Partido Comunista y Revolución Democrática y otros pequeños grupos, una izquierda que había surgido para las elecciones de hace unos tres o cuatro años atrás. Y el otro grupo, una coalición que pasó a ser conocida como la "lista del pueblo", una suerte de popurrí de gente de pequeños liderazgos barriales, comunales, de gente que tiende a estar muy desafectada, con mucha frustración y en cierto sentido antiestablishment. Ahí es donde hay una cosa muy nueva. También hay cosas muy nuevas en la Convención que vale la pena subrayar. Por primera vez tenemos una representación importante de los pueblos originarios: de los 155 miembros que se eligieron, 17 pertenecen directamente a los pueblos originarios, 7 mapuches y cada uno de los grupos con uno o dos representantes, aymaras, quechuas, etc.. También el sistema electoral aseguró la distribución de género no sólo en las listas sino en los resultados. La Constituyente que va a empezar a trabajar en un mes está exactamente compuesta por hombres y mujeres, además los representantes de los pueblos originarios, y eso lo hace un experimento súper valioso.

-En ese punto se dio esta particularidad: que para garantizar la paridad, dado que votó a muchas constituyentes del género femenino, algunas debieron renunciar para obtener esa paridad de géneros. ¿Es así?

-A diferencia de lo que sucede en Argentina o Uruguay, aquí la gente no vota por listas cerradas y bloqueadas. Aquí te ofrecen una lista con un montón de nombre y tú seleccionas una sola persona. La ley electoral obligaba a que la primera persona encabezando cada lista fuese mujer y después se alternaba; las famosas listas cebras. Pero en caso de que en algún distrito una lista hubiese obtenido cuatro candidatos hombres, los dos hombres con menos votación le daban lugar a las mujeres con más votación en su misma lista. Si miramos los 155 candidatos, el arreglo de paridad sirvió tanto para hombres como para mujeres. Hubo apenas un manojo de hombres y un manojo de mujeres que cambiaron dentro de los 155 y se logró esa nivelación tan ansiada.

-Por varias cuestiones, Chile es un caso muy interesante para observar desde países como la Argentina que también tienen serias deudas sociales. Primero por la cuestión de la participación popular en las calles, en aquellas revueltas y estallidos de 2019 y ahora, por el modo en que la ciudadanía va a intervenir en este proceso constituyente. Sin embargo, la participación ciudadana a la hora de votar por los constituyentes fue apenas del 41%. ¿Eso enciende una alarma en relación a lo representativa que puede ser la futura Constitución de los intereses y de las valoraciones y las matrices conceptuales de los chilenos en general? Hay 18 millones de habitantes en Chile; 14.9 millones están en condiciones de votar pero sólo votó el 41% de padrón electoral.

-Sí, definitivamente sí. La respuesta corta es sí, indiscutible. Creo que el porcentaje final es 42...

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