Renata Schussheim: la pintora, diseñadora, escultora y escenógrafa que creó el vestuario de casi 200 obras

La mujer de cabellera encendida creó el vestuario de casi 200 obras

"Justo un rayito de sol me iluminó todo este rojo furioso -dice Renata Schussheim y sus manos tocan la cabeza -. ‘Quédate así, de espaldas’, me pidió Martín [Lucesole] y sacó la foto. Son momentos que me maravillan, todo se combina".

Así la retrató Martín, con esa cabellera encendida, que aparece como un sello de la artista multifacética, pintora, vestuarista, diseñadora, escultora, escenógrafa... "Odio definirme. Me gusta dibujar, el teatro, crear". Renata ideó el vestuario de casi 200 obras, además de piezas emblemáticas de ópera, ballet, teatro, cine y videoclips, en la Argentina y en el exterior.

"Terrible, era una niña terrible", dice y suelta una risa, esas que permiten un flashback y así poder ver a aquella niña, la protagonista de una muestra escandalosa . "Tengo la foto que salió en la revista Adán [fue una publicación de la Editorial Abril]. Estoy sentada, tengo flequillo y llevo una minifalda con unas medias rayadas en blanco y negro. Detrás se podían ver esos autorretratos, influenciados por el Bosco, en los que estaba devorando hombrecitos desnudos, entrelazados, abrazados con mujercitas, hombrecitos chiquititos dibujados con plumín que me trepaban por todos lados. Una niñita precoz".

"Todavía recuerdo la escalera (porque era en un sótano donde hice mi primera exposición, gracias al galerista Hugo Bonanni en El Laberinto, agrega) por donde bajó [Carlos] Alonso. Fue hermoso, me dio la bienvenida a este mundo. Hace poco encontré en esas pilas interminables de cajas, en las que tengo guardado todo, una florcita en un sobre que decía: ‘Por primera vez soy feliz’. Estaba buscando otra cosa y apareció. Fue tan hermos leer: ‘ Soy feliz ’".

Renata asegura que siempre le gustó esa idea de ir y venir, de cruzar registros, de no quedarse en un mismo lugar

Una felicidad que se mantiene

"Sí, acá estoy y no paro. En un ratito me voy para el teatro para la pasada de Tootsie [la nota se hizo días antes del estreno de la obra que protagoniza Nicolás Vázquez en el teatro Lola Membrives]. La verdad es que nunca paré. Desde muy chica supe lo que quería , algo de eso salió de la casa de mis abuelos paternos, que eran bohemios, allí escuchaba tocar a mi primo [Jorge Schussheim, músico] y yo bailaba".

"Tenía 9 años cuando mi mamá me llevó a estudiar con Ana Tarsia [discípula de Juan Batlle Planas] y, aunque mi papá no estaba convencido, me anotó en la Academia Argentina de Bellas Artes Augusto Bolognini. A mi mamá le gustaba el teatro y el ambiente artístico, era la que más me entendía… Estaba por cumplir los 16 años cuando murió mi papá. Alcanzó a ver...

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