Religión

El ecuatoriano Jaime Durán Barba es un hombre de fe. En esa suerte de retiro espiritual que reunió a más de setenta gobernadores con Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, dijo que la política es una cuestión religiosa. En esa creencia puso en duda el valor que tienen las palabras; es decir, descreyó de la racionalidad. El nuestro es un tiempo de gestos e importan las sensaciones mucho más que las ideas. Ilustró ese pensamiento (pido disculpas por utilizar ese término que trae un ejercicio ya fuera de uso) con un ejemplo elocuente: la visita que hizo la gobernadora a una universidad norteamericana. Es raro pensar que en ese ámbito académico no haya habido traducción de alguna clase, pero Durán Barba jura y perjura que la funcionaria cautivó a sus oyentes sin que éstos hayan...

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