Las reformas reflejan el plan político de Macri

Las reformas que ha lanzado el presidente Mauricio Macri son un retrato del experimento Cambiemos. Dejan entrever su plan político. Sobre todo en la estratégica y razonable modificación del cálculo de actualización de las jubilaciones. Y exhiben con bastante claridad las limitaciones y los dilemas de su política económica.

El primer límite es la necesidad de reducir el déficit fiscal. El Gobierno confía en seguir financiándose con endeudamiento. Pero para que eso sea posible debe demostrar que el desequilibrio tiende a reducirse al mercado internacional de crédito. Como garante del gradualismo, es el consumidor principal de estas iniciativas. La deuda es más barata cuanto menor es el desequilibrio.

El segundo límite es la pobreza en la que vive el 30% de la población. Esa dolorosa realidad determina que seguirá habiendo bastante Estado por bastante tiempo. Y explica, por lo tanto, por qué es imposible reducir el déficit apelando sólo a una reducción del gasto. La ortodoxia es socialmente inviable.

Este impedimento cobija una paradoja. La estrategia del oficialismo pretende derrotar a la pobreza por la vía de un crecimiento impulsado por la inversión privada. Pero esa inversión resulta fiscalmente inviable. Es el tercer límite. Por eso las reformas deben atenuar la presión impositiva. Entre la inviabilidad social del ajuste y la inviabilidad fiscal de la inversión se abre el estrecho sendero por el que se mueve la reforma de Macri.

Sería superficial desconectar esta orientación económica de los objetivos políticos de Cambiemos. Para entender el gradualismo hay que advertir que la de Macri es una variante exótica de no peronismo, porque aspira a la representación de los pobres. O, si se lo quiere ver en clave territorial, a ganar el conurbano bonaerense. ¿Es un delirio? Esteban Bullrich sacó 35% de los votos en la tercera sección electoral, que va desde La Matanza hasta Avellaneda.

Las novedades que han empezado a discutirse son un modelo para armar. Su primera pieza es la reforma tributaria nacional. Supone dos aumentos de ingresos para el Estado, que se escudan en la corrección política. Uno es el impuesto a las bebidas que "hacen mal". Hay un capítulo que será discutidísimo: el tributo sobre el vino. Macri es abstemio. Pero Alfredo Cornejo, el gobernador de Mendoza, viene de obtener el 46% de los votos para Cambiemos. El lunes estuvo reunido con Nicolás Dujovne.

El otro nuevo impuesto es el de la renta financiera. Aquí el gabinete enfrentó...

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