Las reformas laborales se aceleran por el pacto UE-Mercosur

Es largo el camino para que llegue a cristalizarse. Todavía son muchos los filtros externos e internos que debe sortear antes de ponerse en práctica. "Se ratificaría recién en 2021, con viento a favor", vaticina con escepticismo Héctor Daer, uno de los dos jefes de la .Más allá de lo que suceda finalmente con el pacto comercial alcanzado en Bruselas, el mero debate ya le sirvió al Gobierno para acelerar en la agenda doméstica una serie de temas que considera indispensables, como la necesidad de avanzar hacia una ampliada, generar competitividad en industrias improductivas y reducir los costos logísticos.Empresarios y tomaron nota esta semana cuando , ministro de Producción y Trabajo, repitió con entusiasmo . Ninguna modificación de la legislación laboral, sin embargo, avanzará por el Congreso antes de las elecciones presidenciales del 27 de octubre próximo. El funcionario lo sabe, aunque aspira a ganar tiempo con pactos sectoriales, forzando una negociación entre las partes para discutir cambios en los convenios colectivos en tren de bajar costos y adecuar las actividades a los avances tecnológicos.Sica reflota así una iniciativa que no tuvo eco por ahora en las conversaciones con los textiles, bancarios, marítimos, metalúrgicos y camioneros. Su antecesor, Jorge Triaca, había logrado un trato, en cambio, con los petroleros en Vaca Muerta, con un acuerdo pionero que limitó hasta el derecho a huelga a cambio de la productividad en el yacimiento, y con los lecheros de Atilra, que asumieron la pérdida de beneficios salariales ante la crisis de la industria láctea.Con la necesidad de escenificar algún logro en el corto plazo, Sica sumó a las negociaciones a Lucas Fernández Aparicio, el secretario de Trabajo. El ministro sentó a Aparicio el martes pasado en la mesa junto con los sindicalistas y empresarios, aunque lo ubicó en una punta, aislado, en un lugar desde donde ni siquiera podía escuchar con claridad lo que decía su jefe. Aparicio, que responde a Guillermo Dietrich, resiste por ahora callado los gestos de su superior."La intención es reducir los aportes patronales en determinadas actividades mediante un acuerdo con las partes y no mediante una ley. O buscar una salida en actividades que ya no van más", reconocen la estrategia oficial en la cartera laboral.La lectura entre los gremios es otra: argumentan que la baja de costos y salarios no son garantía de competitividad, y acusan al Gobierno de querer cumplir con las metas económicas...

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