Reforma educativa

Los problemas del área educativa, que se han venido planteando con distintos gobiernos desde la mitad del siglo pasado en nuestro sistema de enseñanza, dieron lugar a innovaciones que, no obstante las expectativas de superación, resultaron insatisfactorias. Como consecuencia, se han ido acentuando cuestiones críticas del aprendizaje, reveladas con claridad en los bajos rendimientos del alumnado de los niveles primario y secundario, confirmados en diversas pruebas nacionales e internacionales. Paralelamente, con ese descenso de los aprendizajes se ha venido observando una disminución de inscripciones en las escuelas del Estado.

En esa decisión de cambio gravita de manera negativa el hecho de que en las jurisdicciones de la Capital y del distrito bonaerense, principalmente, haya crecido el número de docentes que se jubilan y, al retirarse, no se cuente con la cantidad suficiente de reemplazantes. Ese vacío, cada vez más notorio, redujo días de clases y acentuó la pérdida de formación de los alumnos.

Es lógica y justificada la aspiración de que se superen las limitaciones que asedian hoy a nuestra escolaridad y sea posible una renovación del sistema de enseñanza que permita superar las fallas existentes y estimule la voluntad de superación. El esfuerzo de esta hora tiene que concentrarse, en primera instancia, en capacitar al docente a fin de que haga real un modelo educativo que procure la inclusión con calidad del alumnado. Esta aspiración llevaría a la recuperación del prestigio de la enseñanza oficial. A la vez, convocaría las...